Editorial El Aleph. 783 páginas.
1ª edición de 1957-2000. Ésta de 2012.
Un sábado del último verano, un
amigo de Móstoles me invitó a tomar algo por su cumpleaños en su casa de un
pueblo de Toledo. Me acercó en coche desde Móstoles otro amigo invitado al
cumpleaños, y de camino me dejé llevar por una de esas ensoñaciones en las que
vivía durante la infancia: los campos amarillos que atravesaba la carretera no
eran campos castellanos sino la pampa argentina; y yo iba con mis amigos a
compartir un asado a una de las casas a las afueras de la ciudad saeriana. Entonces fue cuando me dije que debería volver
a leer a Juan José Saer (Serondino,
Santa Fe, Argentina, 1937 – París, 2005). En casa tengo comprado, y aún sin
leer, la primera edición de El limonero real. Creo que porque no
era exactamente esta novela la que más me apetecía leer de las que me quedan
del autor no había continuado leyéndole al ritmo de los últimos años. Considero
que Juan José Saer ha sido el gran autor que he leído (partiendo de cero) desde
que empecé con el blog, y me gustaría que algún día estuvieren en este espacio
comentadas sus obras completas.
Al final, en enero, me compré los
Cuentos Completos (1957-2000) como
regalo de Navidad de mis padres. Es decir: yo compré el libro para que me lo regalara
mi madre: creo que hay costumbres familiares que deberías de abolirse de forma
instantánea sobrepasada cierta edad.
Cuando hace dos años El Aleph publicó este volumen de los Cuentos Completos junto a otro de
similar tamaño con las tres primeras novelas de Saer, compré el de las novelas
con la intención de comprar el de los cuentos cuando hubiese acabado con las
novelas. Ya iba siendo hora de que lo comprara y me pusiera con él.
Estos Cuentos completos recogen la producción de Saer durante un periodo
de más de cuarenta años: 1957-2000, en concreto. Este volumen está ordenado
desde el libro más moderno hasta el más antiguo: “Tal vez de esta manera el
lector tendrá del conjunto una perspectiva semejante a la mía”, nos dice Saer
en el prólogo. Pero yo he preferido leerlo en el orden en que los libros fueron
escritos.
Los libros de relatos que Saer
publicó son estos: En la zona (1957-1960), Palo y hueso (1961), Unidad
de lugar (1966), La mayor (1969-1975) y Lugar
(2000). Las fechas son las que se señalan en el volumen e indican el periodo de
tiempo en el que los cuentos están escritos. Además de los cinco libros
señalados, estos Cuentos completos
incluyen cuatro más, en una sección titulada Esquina de febrero ((1964-1965);
y dada la época en que están escritos, se sitúa en el libro tras Unidad de lugar.
Si tenemos en cuenta que Saer
nació en 1937, podemos observar pasmados que cerca de la mitad de las páginas
de estos Cuentos completos están
escritas por un joven que como mucho tiene veinticuatro años cuantos se
publican sus dos primeros libros de cuentos, y cuyas primeras composiciones
(1957) están escritas cuando tiene diecinueve o veinte años. Este detalle no
deja de ser relevante para poner de manifiesto desde ya el gran talento de este
autor. Por supuesto su primer libro, En
la zona, no es su mejor libro de cuentos, pero que ese libro esté escrito
entre los veinte y los veintitrés años nos muestra un indudable talento
natural.
En la zona (1957-1960)
se divide en dos partes. La primera, titulada Zona del puerto, nos
acerca a un grupo de personajes marginales: prostitutas, proxenetas, jugadores,
contrabandistas… Como Jorge Luis Borges,
Saer se deja fascinar en sus comienzos por el folclore popular de su país, el malevo,
el orillero, el cafisho… Estos cuentos (diez, en total) están fuertemente
conectados, y podrían haber sido considerados una novela. El titulado Fuego
para Rivarola, comienza con una pirotecnia barroca: una frase inicial
que consigue arrastrarse una página y media por el papel hasta alcanzar la
orilla de un punto. Según la wikipedia, Saer renegó un tanto de su primer
libro; pero considero que no están nada mal estos cuentos, donde se aprecia
tanto la mano de los maestros: Borges,
Faulkner, Onetti… En el último cuento de esta serie, los personajes salen al
campo a compartir un asado: lo trivial y el paso del tiempo se dan la mano, y
se comienzan a perfilar los grandes temas del autor. Pero es en la segunda
parte del libro –Más al centro- donde Saer parece ya encontrarse con el que va a
ser su verdadero mundo creativo, el de los jóvenes de este centro de la ciudad, Santa Fe (la ciudad) nunca es
nombrada en las páginas de Saer y esto es así desde el comienzo: su mundo
creativo será el de estos jóvenes que viven más cercanos al centro urbano (y
más al centro de la escala social también) con sus aspiraciones literarias y
sus conversaciones y miedos metafísicos
y existencialistas. En el primero de ellos –El asesino- aparece ya
César Rey, uno de los habituales en el universo saeriano. En Tango
del viudo, nos acercamos al momento en el que Gutiérrez abandona la
ciudad. El mismo Gutiérrez del que ya leí en La grande, la novela
póstuma e inacabada de Saer (publicada en 2008), que nos habla del regreso de
este personaje a la ciudad después de una muy larga estancia en París.
Una de las mejores sensaciones que
deja leer este libro de relatos ha sido la de ir completando los huecos del
universo saeriano, ya que sus personajes se repiten insistentemente de uno de
sus libros al siguiente, deambulando siempre por el territorio
mítico-faulkneriano de la ciudad y
sus alrededores.
El último relato de En la
zona –Algo se aproxima- con sus más de cincuenta páginas es casi una
novela corta, y en él se perfila ya prácticamente la suma de las ideas
narrativas de Saer: la mezcla de lo mundano con lo elevado, describiendo a
varios personajes casi siempre en torno a una comida; diferencia de los puntos
de vista, la percepción, descripción de los objetos y personajes que en gran medida
se definen por sus palabras, y que suenen poseer un trasfondo (sobre todo al
principio) existencialista. En la página 779 leemos: “¿La vida? ¿Sentido?
¡Muchacho! (…) Ninguno por supuesto”, así acaba esta narración y el primer
libro.
Palo y hueso
(1961) está formado tan sólo por cuatro narraciones. Comienza con Por
la vuelta, un relato de casi sesenta páginas, que puede leerse como un
complemento a la novela La vuelta completa (1966), ya que
aparecen los mismos personajes (Tomatis, Pancho, Barra…) haciendo prácticamente
las mismas cosas que en esa novela (comer, deambular por la ciudad, hablar de
literatura…). Además esta narración está fuertemente conectada con En la zona, porque además de repetir
personajes, estos están hablando de los sucesos narrados en Zona
del puerto, con sus asesinatos entre marginales.
En el cuento Palo y hueso se relata un
hecho brutal, y formaría parte del segundo tipo de relatos que escribe Saer. Si
el primero es el de las andanzas del grupo de jóvenes literarios y
existencialistas (Tomatis, Rey, Barra, Pancho, Leto…), el segundo sería el de
los personajes brutales marcados por el entorno, narraciones de corte más
costumbrista y tremendista; escritos en un estilo sobrio no exento de belleza.
En este contexto podríamos incluir El balcón, sobre una mujer que puede
ser la que actuaba en el bar del puerto y que vieron Pancho, Barra y Tomatis en
el primer relato de este libro. El libro finaliza con El taximetrista, que con
sus setenta páginas es decididamente una novela corta. Una novela sobre
personajes primordiales -que se incluiría en el segundo tipo de relatos de Saer
señalados-, que se cruzan momentáneamente con los jóvenes que campan en el
primer tipo de narraciones.
Esquina de febrero
(1964-1965): son cuatro relatos que en principio –como nos cuenta Saer
en el prólogo- estaban destinados a formar parte del libro Unidad de lugar (1966)- y
que al final decidió descartarlos porque no le acababan de convencer. El
titulado El camino de la costa se publicó en 1964 en la revista Zona
y los otros tres son inéditos. Lo cierto es que son cuentos bastante buenos, y
están escritos por un escritor que apenas sobrepasa los treinta años y el hecho
de que los descarte de su libro nos hace pensar que estamos ante un exigente derrochador
de talento.
Unidad de lugar
(1966): Es, según la wikipedia, el primer libro de relatos verdaderamente
maduro de Saer. Y es cierto que, aunque lo leído hasta ahora tenía un nivel
alto, este libro da un paso al frente de la madurez estilística y la seguridad
narrativa. Unidad de lugar está
formado por seis relatos de entre 20-35 páginas. El primero –Sombras
sobre vidrio esmerilado-, que trata sobre una mujer mayor que escribe
poesía, me ha recordado a algunas de las páginas de Roberto Bolaño, quien estoy seguro de que tuvo que leer a Saer,
aunque no haya ni un solo comentario sobre él en Entre paréntesis. El
siguiente cuento, Paramnesia, sobre un episodio de la conquista española del
Paraná, me ha recordado al acercamiento existencialista, con trasfondo de novela de época, que ya llevaba a cabo Saer
en El
entenado. En el cuento Barro cocido la ciudad está siendo
asolada por una sequía tremenda que hace que el entorno ominoso se convierta en
un personaje más, y es uno de los mejores cuentos de este libro y puede que de
toda la literatura hispanoamericana (y aquí dejo escrito esto). Me ha gustado
este detalle de la sequía porque en otro cuento del libro La mayor lo que ocurre es
lo contrario: una inundación que no parece remitir anega las tierras más
cercanas al río. El último cuento –Fresco de mano- parece un capítulo
de la primera parte de la novela Cicatrices, pues nos acerca al Ángel
Leto que protagonizaba ésta.
La mayor
(1969-1975) comienza con un cuento que según se apunta en la entrada de la
wikipedia sobre Saer: “el relato que da título al volumen se encuentra entre lo
más radical de su obra”. La mayor es
un relato de unas treinta páginas que parece un largo poema sobre el
perspectivismo de un personaje que mira su escritorio y poco más… la verdad es
que no lo disfruté mucho; el arranque experimental con que está escrito me
resulto excesivo. Sí que me gustó mucho el siguiente cuento –A
medio borrar- que es el cuento en el que la ciudad sufre una
inundación, justo los días previos al viaje a París de Pichón Garay, personaje
que volverá a Argentina en la novela La pesquisa. Gracias a este cuento
ato dos cabos que tenía suelto del universo de Saer: el primero sería saber que
el Garay que protagoniza La ocasión es un hermano de la
bisabuela de Pichón y Gato Garay, dos habituales de los libros de Saer, y
segundo, que el Garay que es juez y que es uno de los personajes de Cicatrices
es primo de estos Garay. Después de estos dos cuentos extensos, se sitúa Argumentos
(1969-1975) que está compuesto por microrrelatos o fragmentos de
pensamientos de personajes de la ciudad, y que de nuevo me ha recordado
poderosamente a Bolaño, más concretamente a lo forma que tiene éste de componer
en la novela expresionista-surrealista Amberes. Argumentos tiene páginas muy logradas.
Lugar (2000)
es el último libro de cuentos de Saer, y aunque en él vuelven a aparecer sus
personajes clásicos (Tomatis, Pichón Garay…) se produce una novedad respecto al
conjunto de su obra: Saer abandona su enclave habitual –la ciudad (Santa Fe) y
sus alrededores, o bien a los personajes que viven por ejemplo en París, pero
cuyos recuerdos pertenecen a la ciudad,
como Pichón en París- y crea historias de composición más sencilla con
personajes de cualquier parte situados en cualquier época o lugar: Viena,
Egipto…
Sin embargo, es posible que lo
mejor de Lugar sea la existencia de dos relatos que en cierto modo
continúan, o completan, a lo narrado en la novela La pesquisa: En
línea narra la conversación telefónica entre Tomatis (en la ciudad) y
Pichón (en París) sobre un nuevo documento encontrado en la casa de Washington
Noriega que da continuidad a la novela encontrada en La pesquisa: Las tiendas
griegas. Y el cuento Recepción en Baker Street comienza
justo donde se acababa La pesquisa. Los personajes que
despedíamos en este libro se encuentra en la estación de autobuses con Nula
(uno de los protagonistas de la novela La grande).
Lo cierto es que no he leído
estos Cuentos completos de un tirón; entre algunos de sus libros he
leído las tres últimas novelas comentadas en el blog, pero lo que sí que tengo
claro es que este volumen es una de las obras capitales de la literatura en
español de las últimas décadas. Aunque también he de decir que para disfrutar
totalmente de estos cuentos es recomendable haberse acercado a la obra
novelística de Saer, ya que estos cuentos van a completar en gran medida el
mundo que el lector de sus novelas ya conocía. Si alguien tiene oportunidad de
acercarse a algún libro de cuentos en concreto de Saer le recomendaría que
empezase por Unidad de lugar (para este libro no hace falta además haber
leído las novelas).
Y como ya he escrito aquí otras
veces, voy a repetirlo de nuevo: es sorprendente que ahora mismo en España no
se pueda encontrar con facilidad toda la obra de Juan José Saer, uno de los más
destacados autores en español de las últimas décadas, alguien destinado a ser
un clásico de nuestra lengua.
Me descubres a un autor al que desconocía por completo. Es una pena que no sea fácil acceder a su obra pero buscando siempre se encuentran cosas, ese Unidad de lugar que recomiendas suena muy bien.
ResponderEliminarUn saludo,
Sonia
Hola Sonia:
EliminarLo que decía de Saer es que no es fácil encontrar en España "toda" su obra, novelas como Glosa son difíciles de encontrar. Pero sí que se pueden encontrar libros muy significativos de él. Por ejemplo, ahora una editorial nueva llamada Rayo Verde ha editado dos libros importantes de Saer: La pesquisa y El entenado. Las ediciones son bonitas y el precio razonable. Y estos dos libros pueden ser una forma magnífica para empezar con Saer.
Saludos
David
Me gustó en su día Las nuves, básicamente por su manera de escribir más que por la historia misma, y tras rondarlos una temporada me decidí a comprar los Cuentos completos. Hice un primer intento pero todavía tengo pendiente de abordarlos en serio. Con este tipo de recopilaciones me suelo encontrar que al abarcar toda la obra cuentística de un autor a veces son algo irregulares (quiero decir que hay de todo, lo bueno y lo no tanto) y siempre buscas alguna excusa para retomarlo en serio. la verdad es que la disección que has hecho me puede ayudar a moverme mejor y poder hacer una primera selección. Muchas gracias. Un saludo.
ResponderEliminarHola Joaquim:
EliminarA mí Las nubes también me gustó mucho, aunque no es de sus novelas más afamadas.
Quizás lo de leer 5 libros de cuentos de un autor seguidos sea demasiado, efectivamente. Yo compaginé esta lectura con tres novelas cortas de por medio. Pero sí, por supuesto, me parece una buena idea acercarse al libro seleccionando algunos de sus cuentos.
Saludos
Muy bueno el blog, David! Si tanto te gusta Saer deberías leer a uno de los nuevos narradores, celebrado por la crítica especializada: Hernán Ronsino. Natural de Chivilcoy, escribió tres novelas ambientadas allí. "La descomposición" (Ed. Interzona, 2007), "Glaxo" (Ed. Eterna cadencia, 2009) y "Lumbre" (Ed. Eterna cadencia, 2013). Saludos, Adrián
ResponderEliminarHola Adrián:
EliminarPues no me sonaba de nada ese nombre: Hernán Ronsino; pero me pones sobre la pista. Lo apunto.
Recuerdo que Chivilcoy salía en los cuentos de Haroldo Conti; bonito nombre.
Gracias por tus palabras sobre el blog y por la recomendación.
Saludos
Si te decides a leer uno, te diría que empezaras por el último, "Lumbre", es un texto más maduro, más acabado. Aunque a mí me gustaron los tres.
EliminarMuy bien, Adrián:
EliminarPues estoy atento, porque de Eterna Cadencia no sé si llega todo a Madrid, pero bastantes cosas sí que llegan. Lo busco.
Saludos
Estimado David: Muy buen blog y análisis de Saer, aunque discrepo con Adrián. No me parece que Ronsino sea tan bueno ni tan heredero de Saer. Eso es puro márketing. Te recomiendo a un autor muy superior: Marcelo Damiani, en especial "El oficio de sobrevivir". Saludos. Vanina.
ResponderEliminarHola: gracias por la recomendación de Damiani, no lo conocía. A ver si me encuentro con él en algún momento.
EliminarSaludos
Hola, David.
ResponderEliminarVuelvo a tu sitio para comentar algo sobre Saer. Hasta la fecha, no había dedicado atención al Saer contista - algo que cambia en ese momento, en que leo la edición de Seix Barral de estos Cuentos completos. Creo que estos textos ya tendrían su valor si leídos como páginas que tocan, modifican algo en novelas como La pesquisa, pero hay mucho más, y veo en "A medio borrar" e "Sombra..." dos ejemplos del mejor cuento que se escribió en Argentina.
Leo a Piglia, en sus clases en la UBA, dictadas en 1990 y hoy reunidas en libro (Las tres vanguardias), y veo que el escritor de Adrogué piensa el cuento "La mayor" como el instante em que la narración de Saer se fragmenta y gana la posibilidad de estilo que llevaría adelante para un proyecto de escritura y las novelas que siguen. Pero también para mí no fue sencillo leerlo; tuvo su precio.
Abrazo desde Brasil,
Iuri.
Hola Iuri:
EliminarEl libro de los Cuentos completos de Saer merece mucho la pena. Tiene cuentos magistrales, y además, como apuntas, completa el mundo propuesto en sus novelas.
Tengo que volver con Saer y leer las dos novelas que me faltan de él.
Con Piglia también he de volver y leer los dos volúmenes de sus diarios que tengo en casa.
Un abrazo desde Madrid.
David Pérez
Hola David. Ayer me compré los Cuentos Completos de Juan J. Saer. Me tope con tu blog y lo voy a tener en cuenta para mi lectura. Lo vamos a leer en un taller de escritura en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.
ResponderEliminarHola Amalia:
EliminarQué bueno. Espero que marche muy bien ese taller, ya me gustaría poder ir.
A ver si este año leo "El limonero real", que es el último libro que me falta de la narrativa de Saer. El resto de libros de Saer están comentados aquí.
Saludos