Editorial Anagrama, 360 páginas. Edición 2010.
Debería decir, para empezar, que yo he leído todo lo publicado de Roberto Bolaño en España hasta la fecha. Desde que en 1999 me inicié con la lectura casi seguida de Estrella distante y Los detectives salvajes, su obra se me fue haciendo indispensable. La lectura de cualquier otro libro quedaba postergada ante la aparición de una novedad de Bolaño. Recuerdo con satisfacción una tarde-noche de mis primeros meses como auditor de cuentas -cuando llevaba traje y corbata y el sistema quería catapultarme al triunfo del estrés y los horarios asfixiantes-; en aquella ocasión no salí demasiado tarde de la empresa energética en que estaba asignado, sobre las 7,30, y pensé que me daría tiempo a pasarme por el Fnac de Callao (la empresa estaba cerca de Plaza de Castilla) y comprar el nuevo libro que había visto anunciado de Bolaño. Llegué y pude tener en mis manos la primera edición de Nocturno de Chile, allá por el 2000.
Creo que debo de ser uno de los primeros lectores de libros como La pista de hielo o Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, el primero lo leí en 2001 y el segundo en 2002. En la biblioteca que frecuento en Móstoles tenían las ediciones originales de 1993 y 1984, respectivamente, premios Ámbito literario de narrativa (Editorial Anthropos) y el Premio de narrativa Ciudad de Alcalá de Henares (Editorial Fundación colegio del Rey). Ediciones que más tarde pude comprar por Internet (a bajo precio aún) por un puro afán de coleccionista.
Después de la muerte de Bolaño he leído sus obras póstumas, con entusiasmo ante El gaucho insufrible y 2666, y con más escepticismo El secreto del mal y La universidad desconocida.
Me causó sorpresa e interés el anuncio del nuevo agente de los derechos de Bolaño, Andrew Wylie (apodado el Chacal), en la feria del libro de Francfort de 2008, de la existencia de esa novela inédita y desconocida, El Tercer Reich. Lo compré hace dos semanas en la cuesta de Moyano, el afán coleccionista y la curiosidad me guiaban. También me daba miedo que su lectura me decepcionase demasiado y tuviera que indignarme ante un posible expolio de los papeles desestimados por Bolaño.
A pesar de mis temores, la lectura de El Tercer Reich ha sido gratificante. Me he reencontrado con Bolaño. Casi todos sus temas y obsesiones están presentes en esta novela, si bien de forma embrionaria.
El Tercer Reich está escrito en forma de diario. Udo Berger tiene 25 años y es el campeón alemán de un juego de estrategia sobre la 2º Guerra Mundial, llamado el Tercer Reich. Junto a su novia Ingeborg (el mismo nombre que luego se usará para la novia de Archimboldi en 2666) viaja en agosto a un pueblo de la Costa Brava para disfrutar de unos días de playa. Se instalarán en el hotel Del Mar, el mismo que frecuentaba Udo de adolescente con su familia. Udo inicia la escritura de un diario porque quiere perfeccionar su escritura y así desenvolverse con más solvencia a la hora de elaborar ensayos en los que exponer sus ideas estratégicas sobre el Tercer Reich y poder vendérselos a revistas especializadas. Udo es el campeón de este juego, pero tiene que seguir trabajando en una compañía eléctrica.
En el pueblo de la Costa Brava (no se cita su nombre) pronto conocen a otra pareja de jóvenes alemanes, Hanna y Charly. Con ellos empiezan a compartir las horas de playa y discoteca. Charly es impulsivo, alocado y acostumbra a beber hasta perder el control de sí mismo. Bajo estas circunstancias conocen a dos jóvenes españoles, el Lobo y el Cordero, que trabajan en un bar y un supermercado (o eso cuentan ellos) y al Quemado, un personaje marginal que duerme en la playa, y que posiblemente sea de origen hispanoamericano.
En el hotel, Udo también entabla relación con la dueña, Frau Else, que ya lo regentaba cuando él acudía allí de adolescente.
Los días de discoteca y playa se van sucediendo sin que ocurra, aparentemente, nada extraordinario; sin embargo, Bolaño consigue imprimir ya el sello de su estilo: sobre todas las páginas parece cernirse un misterio y una amenaza. La propia descripción de la playa o un bar se acaban adentrando en un territorio de pesadilla inexplicable.
Udo a veces no acude a la playa porque ha desplegado en su habitación de hotel el juego del Tercer Reich y se dedica a meditar sobre el artículo en el que expondrá una nueva estrategia.
En el personaje de Udo ya se aprecia el gusto de Bolaño por la Alemania nazi y sus derivados en Latinoamérica. Udo parece añorar una cierta grandeza de los ejércitos nazis en la 2ª Guerra mundial. “Viejos con ese carácter, con esa pureza, según Conrad, ya sólo era posible encontrar en Alemania” (página 39), escribe al hablar de un jugador de Wargame alemán que fue soldado en las mismas batallas que evoca ahora sobre un tablero (la novela fue escrita en 1989 y debe de situarse su acción unos años antes).
Los días de discoteca y playa se interrumpen por un suceso inesperado y trágico, que hará que Udo se quede sólo en la Costa Brava a la espera de acontecimientos. Aquí se irá acercando al Lobo, el Cordero y al Quemado, intuyendo una historia de violencia y violaciones. En días afiebrados, como un detective metafísico que desconoce qué busca exactamente, se irá internando en una pesadilla. Los sueños irán cobrando cada vez más importancia en la narración.
“¿Cuántos han mirado el abismo?” se pregunta Udo en la página 246, hablando de los otros jugadores de wargames y escritores de artículos sobre este juego.
En El Tercer Reich los escritores de artículos de wargames simbolizan al artista minoritario e incomprendido, pero lleno de una épica romántica que habrá de conducirle a la soledad y al vacío existencial. Un tema que Bolaño desarrollará de forma más directa en libros posteriores, hablando de la figura del poeta y su inadaptación al mundo cotidiano. También se juega con la leyenda de escritores existentes o inexistentes, como ese escritor de novelas policiacas, llamado Florian Linden, que lee Ingeborg y luego Udo, que acabará soñando con él.
Debería decir, para empezar, que yo he leído todo lo publicado de Roberto Bolaño en España hasta la fecha. Desde que en 1999 me inicié con la lectura casi seguida de Estrella distante y Los detectives salvajes, su obra se me fue haciendo indispensable. La lectura de cualquier otro libro quedaba postergada ante la aparición de una novedad de Bolaño. Recuerdo con satisfacción una tarde-noche de mis primeros meses como auditor de cuentas -cuando llevaba traje y corbata y el sistema quería catapultarme al triunfo del estrés y los horarios asfixiantes-; en aquella ocasión no salí demasiado tarde de la empresa energética en que estaba asignado, sobre las 7,30, y pensé que me daría tiempo a pasarme por el Fnac de Callao (la empresa estaba cerca de Plaza de Castilla) y comprar el nuevo libro que había visto anunciado de Bolaño. Llegué y pude tener en mis manos la primera edición de Nocturno de Chile, allá por el 2000.
Creo que debo de ser uno de los primeros lectores de libros como La pista de hielo o Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, el primero lo leí en 2001 y el segundo en 2002. En la biblioteca que frecuento en Móstoles tenían las ediciones originales de 1993 y 1984, respectivamente, premios Ámbito literario de narrativa (Editorial Anthropos) y el Premio de narrativa Ciudad de Alcalá de Henares (Editorial Fundación colegio del Rey). Ediciones que más tarde pude comprar por Internet (a bajo precio aún) por un puro afán de coleccionista.
Después de la muerte de Bolaño he leído sus obras póstumas, con entusiasmo ante El gaucho insufrible y 2666, y con más escepticismo El secreto del mal y La universidad desconocida.
Me causó sorpresa e interés el anuncio del nuevo agente de los derechos de Bolaño, Andrew Wylie (apodado el Chacal), en la feria del libro de Francfort de 2008, de la existencia de esa novela inédita y desconocida, El Tercer Reich. Lo compré hace dos semanas en la cuesta de Moyano, el afán coleccionista y la curiosidad me guiaban. También me daba miedo que su lectura me decepcionase demasiado y tuviera que indignarme ante un posible expolio de los papeles desestimados por Bolaño.
A pesar de mis temores, la lectura de El Tercer Reich ha sido gratificante. Me he reencontrado con Bolaño. Casi todos sus temas y obsesiones están presentes en esta novela, si bien de forma embrionaria.
El Tercer Reich está escrito en forma de diario. Udo Berger tiene 25 años y es el campeón alemán de un juego de estrategia sobre la 2º Guerra Mundial, llamado el Tercer Reich. Junto a su novia Ingeborg (el mismo nombre que luego se usará para la novia de Archimboldi en 2666) viaja en agosto a un pueblo de la Costa Brava para disfrutar de unos días de playa. Se instalarán en el hotel Del Mar, el mismo que frecuentaba Udo de adolescente con su familia. Udo inicia la escritura de un diario porque quiere perfeccionar su escritura y así desenvolverse con más solvencia a la hora de elaborar ensayos en los que exponer sus ideas estratégicas sobre el Tercer Reich y poder vendérselos a revistas especializadas. Udo es el campeón de este juego, pero tiene que seguir trabajando en una compañía eléctrica.
En el pueblo de la Costa Brava (no se cita su nombre) pronto conocen a otra pareja de jóvenes alemanes, Hanna y Charly. Con ellos empiezan a compartir las horas de playa y discoteca. Charly es impulsivo, alocado y acostumbra a beber hasta perder el control de sí mismo. Bajo estas circunstancias conocen a dos jóvenes españoles, el Lobo y el Cordero, que trabajan en un bar y un supermercado (o eso cuentan ellos) y al Quemado, un personaje marginal que duerme en la playa, y que posiblemente sea de origen hispanoamericano.
En el hotel, Udo también entabla relación con la dueña, Frau Else, que ya lo regentaba cuando él acudía allí de adolescente.
Los días de discoteca y playa se van sucediendo sin que ocurra, aparentemente, nada extraordinario; sin embargo, Bolaño consigue imprimir ya el sello de su estilo: sobre todas las páginas parece cernirse un misterio y una amenaza. La propia descripción de la playa o un bar se acaban adentrando en un territorio de pesadilla inexplicable.
Udo a veces no acude a la playa porque ha desplegado en su habitación de hotel el juego del Tercer Reich y se dedica a meditar sobre el artículo en el que expondrá una nueva estrategia.
En el personaje de Udo ya se aprecia el gusto de Bolaño por la Alemania nazi y sus derivados en Latinoamérica. Udo parece añorar una cierta grandeza de los ejércitos nazis en la 2ª Guerra mundial. “Viejos con ese carácter, con esa pureza, según Conrad, ya sólo era posible encontrar en Alemania” (página 39), escribe al hablar de un jugador de Wargame alemán que fue soldado en las mismas batallas que evoca ahora sobre un tablero (la novela fue escrita en 1989 y debe de situarse su acción unos años antes).
Los días de discoteca y playa se interrumpen por un suceso inesperado y trágico, que hará que Udo se quede sólo en la Costa Brava a la espera de acontecimientos. Aquí se irá acercando al Lobo, el Cordero y al Quemado, intuyendo una historia de violencia y violaciones. En días afiebrados, como un detective metafísico que desconoce qué busca exactamente, se irá internando en una pesadilla. Los sueños irán cobrando cada vez más importancia en la narración.
“¿Cuántos han mirado el abismo?” se pregunta Udo en la página 246, hablando de los otros jugadores de wargames y escritores de artículos sobre este juego.
En El Tercer Reich los escritores de artículos de wargames simbolizan al artista minoritario e incomprendido, pero lleno de una épica romántica que habrá de conducirle a la soledad y al vacío existencial. Un tema que Bolaño desarrollará de forma más directa en libros posteriores, hablando de la figura del poeta y su inadaptación al mundo cotidiano. También se juega con la leyenda de escritores existentes o inexistentes, como ese escritor de novelas policiacas, llamado Florian Linden, que lee Ingeborg y luego Udo, que acabará soñando con él.
La novela es proclive a la insinuación, y si bien ésta es una de sus bazas para crear una atmósfera asfixiante, la fuerza narrativa quedará algo desdibujada frente a las amenazas más reales de los libros posteriores, en los que Bolaño indaga con más profundidad en la esencia del Mal al adentrarse en la pesadilla de las dictaduras latinoamericanas.
El lenguaje aún no posee la maestría poética, la plasticidad pura y aparentemente sencilla, de obras como Nocturno de Chile, pero ya contiene giros y metáforas muy originales y a la vez muy reconocibles como lo que podríamos llamar “lenguaje de Bolaño”.
Me ha sorprendido esta novela notable. Me llama la atención que Bolaño no intentara publicarla en vida, aprovechando su creciente prestigio. Al principio había pensado que la consideraría inferior a sus libros de madurez y prefería olvidarse de ella, pero tras leerla me pregunto por qué cuando Mondadori le pidió un libro para la colección Año 0, no le entregó éste en vez de Una novelita lumpen, libro que considero bastante inferior.
Todo esto para mí acrecienta, con una obstinación inmadura, la figura que he decidido mitificar de Bolaño.
Tengo que releer sus grandes libros.
Tengo que releer sus grandes libros.
David, me resulta increíble cada vez que hablas de Bolaño me nacen profundas ganas de leerlo. Debo admitir que me debo la lectura de sus "grandes libros", aunque los tengo entre los siguientes en mis lecturas. Un abrazo.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarCulturero: si aún no has leído a Bolaño deja los demás libros de lado y ponte con él. Para mí es lo mejor que le ha pasado a la literatura en español en las dos últimas décadas.
saludos
Hola, David, yo voy a releer 2666, lumpen y demás, prefiero dejarlo de lado, no por inferiores, sino porque no quiero saber (ahora mismo) qué lugar y en qué sentido pueden incluirse dentro de mi bolaño portátil, a biolaño, quiero decir, lo tengo bien como lo tengo, y ahora, cuando acabe walser y eudora (recién leo otra de la suerña mientras mi mujer se bañaba, allí a su lado, tan grave la voz y demás, impostada que da gusto verme leer je je), en cuanto acabe o acabemos esto que te digo, ya le leí Los detectives, voy a leerle a mi chica 2666 (cocina mucho, y vien),unabrazo david
ResponderEliminarcocina mucho, y viene bien tener acompañamiento, perdonar el tema de la sintaxis, no menos, claro, el de la semántica,unabrazoparatodos
ResponderEliminarHola David:
ResponderEliminarPues como tengas que leer todo 2666 en voz alta te vas a quedar sin voz... ja, ja...
Por cierto, he oído hablar tanto de Levrero últimamente que estoy con él ahora. Leo "Dejen todo en mis manos", que me está gustando. Por lo que cuentas tú lo has leído, ¿qué recomiendas de sus libros?
saludos
Interesante entrada, en cuanto llegue el libro a estas pampas patagónicas lo estaremos leyendo. Sumo a los libros mencionados La literatura nazi en América(nos ha gustado mucho). Saludos.
ResponderEliminaryo estoy releyendo la Parte de Archimboldi después de cuatro años. Me gusta más, me puedo fijar en los detalles que antes pasé por alto.
ResponderEliminarSaludos a todos, especialmente a David que, de seguro, se quedará sin voz. Le recomiendo unos kilos de miel mientras avanza su lectura.
La verdad es que sí, toda esa voz impostada, las pausas (el parloteo entre medías con la pariente, que si mira lo que dice y por qué, que si la abuela -je je- fuma), yo de levrero te puede recomendar ese que tiene un título tan malo como el de la novela de la eterna (el museo de la novela de la eternea, de macedonio fernández), y que es la novela luminosa (no intentes decirlo de noche, tal título, y menos si no has leído el libro, seguro te lías, hay algo ahí en el título muy desafortunado (a lo mejor lo blinda, que tmb puede ser), y no te puedo recomendar otra cosa, sé que las encuentras cliqueando en goglee una pregunta del tipo, las mejores novelas de levrero, sin duda (como soy inmigrante, al señor google, le hago preguntas largas, seguro que no es el óptimo, ¿no?, de los modos, pero vamos, funciona igual), que importante (ya estoy en otra cosa, es por eso de archimboldi) lo de releer, sin releer no empezamos a leer, no me pondré a hacer el cantamañanas con el discurso de releer otra vez, pero vamos, al que no relea, ya le pueden ir dando un ticket para el salón del olvido (por supiuesto, con esto no me refiero a que ahora me vaya a poner a corregir estos asaltos al blog de david o a releer qué digo para cuidar el traje y no pasar por atacado), pero quien no relee, bueno, quien no relee es el ciego en el reino de los tuertos que pasa por vidente etc..., ¡vaya que sí...! Desde nuestro único y defectuoso ojo le vemos darse de patadas con las cosas y "las gentes (los pobres de la solana, que diría si la prisa no me dejara en el tono justo y simplon de Julio Iglesias cuando quiero llegar a Fray Santiago de la Vorágine y su Leyenda Dorado, oh, pordioseros de la solama, etc" porque ya perdió la cabeza -el ciego- no se sabe dónde, no para de darle patadas a las somnbras, todavía acerterá,unabrazoparatodos, releer cabrones (Lo de 2666 es pan comido. Los demonios, ahí me he venido abajo, seguimos con Eudora, ahora leyendo hacia atrás el resto de los cuentos, recomendable para leer acompañado, sino, a mí, que leo diarios, epistolarios, ensayos más o menos difíciles (en cuanto a lo personales que son, quiero decir, no en cuanto a su dificultad de comprensión), todo lo que no es novela y poetas cuando encuentro uno que se escribe a sí mismo, Eudora y todo los demás, qué quieres que te diga, me dan sueño... Eudora era fotógrafa, y eso se nota. Eudora escribe como Flaubert, pero luego pasa la cámara (el objetivo) como pasa el cepillo un monaguillo... te quiero decir, ya tenemos a Eudora como fotógrafa, no llega a ser grande como cuentista, seguiré leyendo, haré mis cálculos, seré prudente, Eudora mola (en plan mola mola mola),venga
ResponderEliminarRecuerda haber soñado, y lo consigna por escrito para que no se pierda, porque cuando uno tiene un analista y tiene un sueño que contar parece como si lo tuviera todo, todo lo necesario, quiero decir, lo esencial
Jordi Bonells
Pues la verdad es que dudaba si leer este libro, pero leyendo tu reseña me han entrado muchas ganas.
ResponderEliminarMe considero lectora de Bolaño, pero con este libro tengo, (tenía) prejuicios.
Para mi, su mejor libro es Los detectives salvajes, creo que es sublime, con más calidad literaria que 2666, aunque todos son recomendables cien por cien.
Un saludo
Un gusto haber encontrado tu blog
Hola:
ResponderEliminarana y nico: "La literatura nazi en América" es un libro muy interesante. Leí la vuelta literia hacia atrás, buscando sus precedentes: "Historia universal de la infamia" de Borges y "Vidas imaginarias" de Marcel Schwob. Ambos lecturas muy recomendables.
Noseaszote: la parte de Archimbodi es mi favorita de 2666, debería releerla también.
David: "La novela luminosa" la tienen en la biblio que frecuento y la he hojeado, tiene buena pinta. Acabé "Dejen todo en mis manos", y compré ayer los tres libros de "La trilogía involuntaria", ya he empezado con "La ciudad". así que habrá aquí varias entradas de Levrero.
Creo que tienes razón con eso de la relectura. A veces lo pienso, leo libros que están bien pero no son los grandes libros que he leído, y a veces los añoro... de niño releía mucho más... "El señor de los anillos" a los 12 años, luego a los 13...
madison: bienvenida. espero que te guste "El tercer reich", no es "Los detectives salvajes", pero es curioso ver el embrión de lo que acabará siendo ese libro.
saludos
Incongruente (hola, qué tal) una vez más, no estoy muy a favor de comprar libros, me parece tan peligroso como una silla cómoda para leer, pero te recomiendo que a levrero, mejor, lo compres, david, o que te lo deje alguien que no tenga prisa, todo lo más que ofrece levrero sólo lo ofrece si le das tiempo, no quiero (no puedo) echarle flores al libro, la espiritualidad y el humor que contiene, pero es de los que una vez leídos se abren por cualquier parte con igual placer,unabrazo
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarHe estado a poco de comprar "El tercer Reich". La desconfianza, el pensar que no fuera más que una colección de retales de Bolaño, me ha dejado sin el libro.
Tu reseña mitiga mi reticencia. Me alegra.
De Bolaño leí hace mucho, demasiado ya, "Los detectives salvajes" y más recientemente "2666" que me cautivó lo suficiente como para desmembrar mi blog con una reseña monstruosa y desmedida; y no sólo en tamaño.
Ahora ya sé que puedo contar con otro libro de Bolaño que merece la pena leer. Gracias
Saludos
Hola, David. Tenía pensado conocer a Bolaño desde EL TERCER REICH: ¿me lo desaconsejas?
ResponderEliminarHola Peri Lope:
ResponderEliminarpues la verdad es que sí.
Te recomiendo que empieces por "Estrella distante", y luego "Los detectives salvajes", que desarrolla los temas del anterior.
Después, los libros de cuentos "Llamadas telefónicas" y "Putas asesinas", después "El gaucho insufrible", y las novelas "Nocturno de Chile" (un buen camino también para empezar), o "Amuleto". Luego 2666, y ya después pasas por las cosas menores... El tercer reich podría estar a la cabeza de esto.
No empieces por ahí porque te vas a llevar una impresión falsa de hasta donde puede llegar Bolaño.
espero haberte ayudado
saludos
Gracias. Así da gusto.
ResponderEliminarHola, David. Buenísma reseña.
ResponderEliminar1.-En efecto, el mundo Bolaño ya está ahí. Embrionario, naciente y palpitante.Para los que piden opinión, apuntalar la idea que ésta novela no es menor(puestos a comparar, todas las restantes que no sean LDS y 2666 siempre serán marcadas así). No son retazos, ni papeles sueltos ni ensamblaje torticero. Considero, independientemente de si te gusta RB o no, que es una buena novela. Sinceramente, notable. De hecho, las críticas que he leído en lso medios así lo atestiguan tb. Tampoco podemos olvidar que fue escrita en el 1989 y aún así, como ha dicho Herralde, si le hubiera llegado esta novela de cualquier escritor para ser publicada en Anagrama, no lo hubiera dudado
2.-RB no la quería publicar por el tema de la estructura. Consideraba poco eficiente la estructura del Tercer Reich(básicamente, reducida a un diario). No estaba muy de acuerdo con ella, frente a mayores ambiciones que ya rondaban por su cabeza. Ya hemos podido comprobar posteriormente cómo implosionó el sentido de la novela...
3.-Algunas coincidencias: Ingeborg, en efecto, será tb usado como novia de Arch. Tb recordé al leer el nombre de Heimito el amigo alemán de Lima en LDS. El hotel Del Mar aparece tb en La pista de hielo, etc.
--Off topic: Una pregunta: ¿participabas en la página web de Bolaño en Clubcultura?. ¿Resitencia como apodo, tal vez?. Leyendo que eres de Móstoles y algunos avatares de la lectura de Rb que mencionas, me retrotajo hasta aquel foro.
Llegué buscnado leer reseñas del Tercer Reich. Me quedo leyendo entradas antiguas. Saludos y enhorabuena
Hola Lalo:
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Veo que también eres fan de Bolaño.
Me ha hecho gracias esa búsqueda de referencias en la obra de Bolaño. Me sonaba lo de Heimito, pero no sabía de donde.
Afectivamente participaba en el foro de Bolaño de Clubcultura con el nombre de "Fortaleza". Cuando retiraron esa página, tras unos meses echaba de menos hablar de libros por Internet y empecé con el blog.
Por aquí comentan a veces personas que aquel foro, algunos con los mismos nombres y otros los cambiaron.
bienvenido, encantado de hablar de libros, y saludos
Hola, David. Eso es: Fortaleza(y no, como decía, Resitencia). Pues sí: el azar ha obrado el milagro. Perdí de pista la página del foro y, sobre todo, a los que allí participaban. Yo firmaba como Ferdinando.
ResponderEliminarRecuerdo que gracias a comentarios tuyos comencé a leer a Manuel Vilas.
Un saludo tb para algunos nombres conocidos del antiguo foro que veo siguen por aquí
Magnífico blog. Llevo toda la tarde enganchado a las entradas antiguas. Veo que no has perdido el buen gusto.
Saludos
Hola Ferninando:
ResponderEliminarque gracia me ha hecho reconocer ese nombre. Recuerdo bastantes de las conversaciones que tuvimos allí... aquella lectura de la revista Quimera con un cuento inédito de Bolaño, por ejemplo,corriendo a la biblioteca antes de que la cerraran...
¿Has visto el cuento que luego es el germen de Sensini que colgué en la otra entrada de Bolaño?
Pues sí, como ves bastante gente de aquel foro se pasa por aquí, al final Internet es como una ciudad pequeña donde todos se conocen.
Encantando de que leas las entradas y te apetezca comentar.
Por cierto, una curiosidad que tenía en el tiempo del foro ¿de dónde eres?
Un abrazo
Que conste que yo siempre digo que he leído a Roberto Bolaño por pedantería: poder decir con orgullo que has acabado (creo que no las he LEÍDO) novelas como los detectives salvajes o 2666. También me he leído nocturno de chile, amuleto, la literatura nazi en américa..
ResponderEliminarLa lectura de Bolaño, te das cuenta a veces meses o años después, te deja un poso. De repente entiendes lo que quería decir en ese libro que leíste y es como si vieras la luz, porque su lectura se ha quedado ahí dentro.
Eso sí Bolaño me encanta pero.. nunca más amigos! prefiero disfrutar con una novelita más entretenida, con más argumento, sin pretensiones, que con la literatura en mayúsculas. No llego, i'm sorry!
Hola Alex:
ResponderEliminarYo de Bolaño lo he leído todo, y me apena que ya no haya más tierra que conquistar.
Estaba pensando hacer en 2013 una relectura de Los detectives salvajes. A ver si me pongo.
saludos
Hola, David. Estoy terminando la lectura de "El Tercer Reich" y he buscado en tu blog a ver si le habías dedicado alguna entrada. Me está pareciendo también un Bolaño disfrutable, y coincido en que mejor que "Una novelita lumpen". A mí aún me quedan cuatro o cinco libros para completar la lectura de toda la obra de Bolaño. Creo que cuando vi que me quedaban pocos empecé a dejar de leerlo para no verme sin libros suyos a los que poder acercarme por primera vez. Manías, no sé. Muy completa tu entrada, por cierto, como de costumbre. Un saludo.
ResponderEliminarHola Jesús:
EliminarSí, lo cierto es que este libro, sin estar a la altura de sus obras maestras, me pareció muy disfrutable.
Acércate sin miedo a los libros que te faltan de Bolaño. Siempre te quedará la relectura.
Saludos