Me comentaban unos amigos mostoleños que mi blog debería llamarse, para ser exactos, “Desde la ciudad sin cines comerciales”, porque este sábado habían asistido a la proyección de una película independiente norteamericana, VOS, en el teatro de El Bosque de Móstoles, dentro de un festival de cine internacional. Es decir, que la ciudad sin cines organiza cada año un festival de cine internacional.
Yo había visto los carteles, y me había propuesto acudir el viernes a ver una película de alguno de los países del Este Europeo (creo). Pero al final salí del trabajo, me di una vuelta por el Retiro, leí un cuento de Borges entre las hojas caídas de sus caminos; visité la librería La Central, compré un libro; tomé una caña en un bar regentado por hindús leyendo poemas de C. K. Williams, y seguí caminando por Lavapies. Así que cuando llegué a Móstoles, casi a las nueve de la noche, después de haber tomado por la mañana el tren antes de las siete, estaba demasiado cansado. Y me quedé sin ver cine en mi ciudad, de nuevo.
De todos modos, sé que se puede ver alguna película VOS del alemán, inglés o francés, en salas vinculadas a la Casa de la Cultura y a la Escuela Oficial de Idiomas. Pero lo que recuerdo en el título del blog es esa ausencia de salas comerciales, su inexistencia como un símbolo de la nostalgia, de la pérdida: desaparecieron los cines a los acudía de niño, los bares por los que salía de adolescente, y las pistas de baloncesto siguen ahí, pero desapareció la gente con la que jugaba.
Yo había visto los carteles, y me había propuesto acudir el viernes a ver una película de alguno de los países del Este Europeo (creo). Pero al final salí del trabajo, me di una vuelta por el Retiro, leí un cuento de Borges entre las hojas caídas de sus caminos; visité la librería La Central, compré un libro; tomé una caña en un bar regentado por hindús leyendo poemas de C. K. Williams, y seguí caminando por Lavapies. Así que cuando llegué a Móstoles, casi a las nueve de la noche, después de haber tomado por la mañana el tren antes de las siete, estaba demasiado cansado. Y me quedé sin ver cine en mi ciudad, de nuevo.
De todos modos, sé que se puede ver alguna película VOS del alemán, inglés o francés, en salas vinculadas a la Casa de la Cultura y a la Escuela Oficial de Idiomas. Pero lo que recuerdo en el título del blog es esa ausencia de salas comerciales, su inexistencia como un símbolo de la nostalgia, de la pérdida: desaparecieron los cines a los acudía de niño, los bares por los que salía de adolescente, y las pistas de baloncesto siguen ahí, pero desapareció la gente con la que jugaba.
También el título del blog me remite a la condición orbital de Móstoles, ciudad dormitorio anexa a Madrid, sus carencias implican una dependencia de la metrópolis.
Me apetece, por divertimento, hacer un breve repaso a la historia de los cines en Móstoles:
El más antiguo se llamaba cine Estrella, y estaba en la Avenida de la Constitución, la calle principal de la ciudad. Yo nunca lo vi abierto, no sé qué clase de películas se proyectaban en él, parecía elegante. Creo que mi primo mayor si que iba. En el espacio que ocupaba ahora debe de haber tiendas de ropa.
Luego estaba el cine Jaito en la calle Baleares, con sus sesiones dobles, de Pajares y Esteso, de Bruce Lee, de Bud Espencer; es decir, con su promesa de compaginar la visión de unos pechos de mujer con unas tortas dadas por un chino. No recuerdo haber entrado nunca -los fines de semana me iba a cada de mis abuelos-, pero alguno de mis amigos sí tuvo el privilegio. Creo que ahora es una tienda de juguetes.
Con los Jaito acabaron los flamantes Multicines, en la calle Pintor el Greco. El Jaito no podía competir con sus cinco salas. Aquí recuerdo haber visto El retorno del Jedi, por ejemplo, como una de las primeras, con unos doce años, y Salvar al soldado Ryan, como una de las últimas, con veinticinco o así. Ahora son un supermercado.
Con los Multicines acabó el cine del centro comercial 2 de Mayo: salas más grandes, mejor sonido. Aquí recuerdo quedar impresionado con películas como El club de la lucha, American Beauty o El proyecto de la bruja de Blair. Un tiempo vinculado al fin de la universidad y a la búsqueda de empleo. Creo que el centro comercial sigue cerrado y no hay nada nuevo en el espacio del cine. Allí deben seguir sus salas vacías.
Con el cine del centro comercial 2 de Mayo, acabaron entre los cines del centro comercial del Xanadú, territorio de Arroyomolinos, y los cines del Opción, territorio de Alcorcón.
Todavía fui algunos domingos al Opción. Nos gustaban sus salas en escalera, sus pantallas gigantes y el sonido. También han acabado por cerrar. Dicen que van a abrir allí un Carrefour.
Aunque para ser realistas, durante los últimos quince años, donde más he visto cine ha sido en Plaza de España, en los Princesa, Renoir, Golem, o los Verdi en la zona de Quevedo, o Los Ideal en la plaza de Jacinto Benavente, con sus salas en VOS, a pesar de la incomodidad de algunas salas, sin estar diseñadas todavía en escalera.
Dejo abajo una foto del centro comercial en que se han convertido los Multicines de Móstoles, y un poema de Siempre nos quedara Casablanca, libro escrito por 2002, con una primera sección de poemas dedicados al cine, y que Baile del Sol quiere publicar para finales de 2010 (que será 2011…)
Me apetece, por divertimento, hacer un breve repaso a la historia de los cines en Móstoles:
El más antiguo se llamaba cine Estrella, y estaba en la Avenida de la Constitución, la calle principal de la ciudad. Yo nunca lo vi abierto, no sé qué clase de películas se proyectaban en él, parecía elegante. Creo que mi primo mayor si que iba. En el espacio que ocupaba ahora debe de haber tiendas de ropa.
Luego estaba el cine Jaito en la calle Baleares, con sus sesiones dobles, de Pajares y Esteso, de Bruce Lee, de Bud Espencer; es decir, con su promesa de compaginar la visión de unos pechos de mujer con unas tortas dadas por un chino. No recuerdo haber entrado nunca -los fines de semana me iba a cada de mis abuelos-, pero alguno de mis amigos sí tuvo el privilegio. Creo que ahora es una tienda de juguetes.
Con los Jaito acabaron los flamantes Multicines, en la calle Pintor el Greco. El Jaito no podía competir con sus cinco salas. Aquí recuerdo haber visto El retorno del Jedi, por ejemplo, como una de las primeras, con unos doce años, y Salvar al soldado Ryan, como una de las últimas, con veinticinco o así. Ahora son un supermercado.
Con los Multicines acabó el cine del centro comercial 2 de Mayo: salas más grandes, mejor sonido. Aquí recuerdo quedar impresionado con películas como El club de la lucha, American Beauty o El proyecto de la bruja de Blair. Un tiempo vinculado al fin de la universidad y a la búsqueda de empleo. Creo que el centro comercial sigue cerrado y no hay nada nuevo en el espacio del cine. Allí deben seguir sus salas vacías.
Con el cine del centro comercial 2 de Mayo, acabaron entre los cines del centro comercial del Xanadú, territorio de Arroyomolinos, y los cines del Opción, territorio de Alcorcón.
Todavía fui algunos domingos al Opción. Nos gustaban sus salas en escalera, sus pantallas gigantes y el sonido. También han acabado por cerrar. Dicen que van a abrir allí un Carrefour.
Aunque para ser realistas, durante los últimos quince años, donde más he visto cine ha sido en Plaza de España, en los Princesa, Renoir, Golem, o los Verdi en la zona de Quevedo, o Los Ideal en la plaza de Jacinto Benavente, con sus salas en VOS, a pesar de la incomodidad de algunas salas, sin estar diseñadas todavía en escalera.
Dejo abajo una foto del centro comercial en que se han convertido los Multicines de Móstoles, y un poema de Siempre nos quedara Casablanca, libro escrito por 2002, con una primera sección de poemas dedicados al cine, y que Baile del Sol quiere publicar para finales de 2010 (que será 2011…)
MULTICINES
Se colaron películas extrañas, no comerciales,
en el último invierno, cuando los Multicines
ya estaban moribundos. Alguien me contó
que quien distribuía las películas en Móstoles
trabajó allí y le echaron; en venganza
les hacía llegar películas buenas, de los festivales
de Venecia, Cannes o Berlín, que sólo mis amigos
y yo íbamos a ver. Hacía frío en el último invierno
que estuvieron abiertos y por las paredes se filtraban
los sonidos de las salas contiguas. Los empleados
tenían el color macilento de los fantasmas
del cine mudo o de los enfermos crónicos.
Pero no siempre fue así,
porque los Multicines de Móstoles también vivieron
sus días de gloria por los años 80. Salas llenas
de risas, palomitas volando, besos furtivos
y manos intrépidas. Gritos en Tras el corazón verde,
El retorno del Jedi o En busca del arca perdida,
tensión y sueños forjados, salas rebosantes
de vida como nosotros. Colas inmensas,
supuestos amigos que te saludaban para colarse.
El último invierno que estuvieron abiertos
fue cuando acabamos la universidad
y estábamos en paro, la vida ya iba de veras,
y yo lo que sabía era que nunca lograría besar
a mi chica en una de aquellas butacas incómodas.
Aprovechábamos los dos días del espectador, miércoles
y jueves. Íbamos bien abrigados al cine.
Tienes razón en cuanto a la de la melancolía con los cines. Al lado de la casa de mis padres, en Las Palmas de Gran Canaria, derribaron el otro día el edificio en que estuvo un antiguo cine,el Royal, que luego se convirtió en Multicines Royal.Llevaba cerrado unos cuantos años y me daba una sensación extraña cuando pasaba por alli y me imaginaba las salas de cine ahora abandonadas, con sus butacas llenándose de mugre.Toda una scary movie con acento canario...
ResponderEliminarMis primeras huidas a Madrid tenían el sabor de la call Martín de los Heros.Hace más de veinte años y todavía guardo los afiches que te daban sobre las pelis en los Renoir y los Alphaville.Para un chico de provincias era toda una hazaña estar allí viendo pelis en V.O. Todavía, cuando vuelvo a Madrid, procuro pasar por esa calle.
El cine más antiguo de Móstoles,era el cine ll de Mayo.Estaba al lado de las Bodegas Pistillon
EliminarGracias por el dato, nunca había oído hablar de ese cine.
EliminarImagino que VOS significa algo así como "versión original subtitulada". Cuando estuve en España, me llamó la atención esa sigla, pues en Chile casi todas las películas llegan subtituladas, salvo las excepciones que suelen ser las películas infantiles, pero aún así siempre hay una sala que proyecta la VOS.
ResponderEliminarEn Santiago cada barrio, cada plaza, tenía su cine. Hoy de todos ellos no queda prácticamente ninguno y sus salas o desaparecieron o se remodelaron y fueron convertidas en restaurantes de comida china o en templos de iglesias evangélicas.
Hoy sólo existen los cines de las grandes cadenas transnacionales como Showcase o Hoyts. De los cines pequeños, sobrevive, no se sabe cómo, el Cine Arte Normandie, donde me vi todos los clásicos de ayer y de hoy. Ahí me dormí Tarkovsky o vi los filmes de BIgas Luna.
Hola:
ResponderEliminarnoseaszote: sí, VOS significa "Versión Original Subtitulada". Y en España es tradicción que todas las películas se doblen. Existe una industria importante en torno a eso. La gente ya asocia una voz de doblaje a un actor; así es famoso, por ejemplo, el duo Clint Eastwood-Costatino Romero (un presentador de tv y doblador, un tipo de voz grave). Dicen que el doblador mejora a Tom Cruise, por ejemplo.
Pero los que pensamos que la voz es parte del actor, y el doblaje nos suena a falseamiento somos una minoría en España y en los cines más modernos no suelen tener la VOS. Y es una pena, porque los cines Princesa, por ejemplo, sí tienen mucho público en la VOS y las salas son estrechas y a veces molestan las cabezas.
Otra pena es que vas a Portugal, sin ir más lejos, y allí la gente habla inglés bastante mejor que nosotros, porque en la tele y el cine han visto las películas en VOS.
Detective: la calle Martín de los Heros ha sido remodelada y ahora tiene mucho mejor aspecto. No sé si recuerdas que había un edificio apuntalado con vigas y hormigón, por posible riesgo de caída.
Los Alphaville se llaman ahora Golem, y remodelaron algunas salas, dándolas una ligera inclinación, con lo que han mejorado.
Yo también tengo muchas de las fichas de las películas de esos cines guardadas, aunque últimamente con internet, es como si ya tuviese menos sentido hacerlo. Las guardaba en una carpeta, añadiendo a la hoja la fecha de visionado. He tenido semanas en las que llegado a ir tres veces al cine por esa zona.
saludos
El poeta chileno Horacio Eloy, publicó en 2001 "Rituálica de despedida"(Mosquito Editores), un volumen de poemas donde el tema central son los cines que han desaparecido con la globalización neoliberal. Interesante poesía y es una manera de aproximarse a la memoria barrial de un Santiago que ha desaparecido. Ojalá puedas darle una mirada. Saludos
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarYo no creo que el cine Alphaville haya mejorado en absoluto, a no ser que el modelo de cine ideal en que se piense sean los multicines horteras. Antes de comprarlo la productora Golem, el Alphaville tenía una cafetería que era una antigua sala, así que estaba inclinada y llena de fotos de los directores que habían ido allí a presentar su películas. Estaba genial tomarse un café allí antes o después de ver la peli. Tenía muchísimo más encanto entonces.
Hola
ResponderEliminarSpleen: La verdad es que nunca tomé nada en esa cafetería de los Alphaville. En los Princisa hay otra, que nunca está operativa. Creo que alguna vez la vi sirviendo algo, pero sigue su barra y sus mesas, vacías...
Lo de que los Alphaville han mejorado me refería a que las pequeñas salas, cuando las remodelaron, las alzaron y así hay más espacio entre asientos y se ve mejor.
Lo de los multicines: en general las instalaciones son mejores en los cines comerciales, butacas más amplias, mejor sonido... que en las VOS de Madrid. Lo bueno sería tener unas salas como esas para las películas buenas, y no sólo lo más comercial de Hollywwod.
Saludos
Hola noseaszote:
ResponderEliminarAún no busqué al poeta que me recomendabas el otro día, a ver si me pongo...
Sí, la verdad es que el tema de los cines es muy recurrente como metáfora de muchas cosas. En mi libro lo usaba más bien como símbolo del refugio frente al mundo exterior: trabajo...
saludos
Henry MIller decìa que entrar a un cine era como volver al ùtero.
ResponderEliminarAlguién recuerda los míticos anuncios de As mobel, cadenaQ y otros negocios que de Móstoles? Tengo esa voz clavada en mi cabeza
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