jueves, 29 de octubre de 2015

Presentación de "Los insignes" en Palma de Mallorca

El fin de semana pasado estuve en Palma de Mallorca presentando ni novela “Los insignes” en la bonita y cuidada librería La Biblioteca de Babel. El presentador fue mi amigo el poeta y narrador Javier Cánaves. Román Piña, el editor de Sloper, nos introdujo a los dos.
La verdad es que fue un fin de semana muy intenso y muy agradable.
Javier Cánaves, yo y Román Piña en La Biblioteca de Babel


El jueves por la noche me entró en la bandeja de correo electrónico un mensaje de un joven periodista llamado Andreu Vidal Bustamante, que trabaja para el diario El Mundo Balear (donde también escribe una columna Román Piña), pidiéndome que le contestara a un cuestionario; y que si podía se lo enviara el viernes. Este día tenía que ir al colegio y desde el trabajo ir al aeropuerto, así que lo escribí la noche del jueves, lo revisé la mañana del viernes y se lo envié a Andreu.
El sábado había quedado a la una de la tarde con Román en la Plaza de España, consulté Facebook en el móvil, tomando un café, en la terraza del Café 1916 y al ver el recorte de prensa de El Mundo Balear me acerqué al quiosco de la plaza para comprar el periódico.
Ya había aparecido en algún periódico antes: en El Cultural, el suplemento de El Mundo, Gonzalo Torné escribió un artículo sobre el blog, y me nombraron en El País y en El Mundo cuando participé en 2012 en el encuentro de blogs literarios (pero creo que esto sólo salió en la versión online). Esta es la primera vez que aparezco en un periódico en papel (y no en un suplemento). No sé si realmente esto puede hacer que en Baleares alguien se interese por mi novela, o si yo comentando lo del periódico aquí y ahora tengo, gracias al blog, más repercusión (dentro de unos niveles de repercusión liliputienses). Lo cierto es que hizo ilusión pasar las páginas del periódico en la plaza de España de Palma y verme allí dentro. Además queda bien poder enseñárselo a familiares y amigos (mi novela va sobre el deseo de reconocimiento desmesurado, aquí estoy yo -el irónico- "hablando de mi libro", en fin).

Voy a dejar aquí un enlace al artículo online que al final salió en el periódico en papel, una foto del periódico escaneado, y el cuestionario tal como yo contesté a las preguntas.


El Mundo Baleares, sábado 24 de octubre de 2015
Si pinchas sobre la imagen se agranda.

 ENTREVISTA REALIZADA POR ANDREU VIDAL BUSTAMANTE:
¿Qué podría contarme de la trama?
Ernesto Sánchez es un inspector de Hacienda de 36 años, que siempre ha soñado con alcanzar la gloria artística gracias a sus poemarios. Mantiene un blog de reseñas literarias dedicado en exclusiva a la poesía. Es habitual que le escriban poetas con el deseo de que reseñe sus libro en el blog. La sorpresa será mayúscula cuando sea Kim Jong-un, el presidente de Corea del Norte, quien le escriba para proponerle que lea y comente en su blog –ya que no se fía demasiado de la excesivamente buena acogida crítica que ha tenido en su país– el libro de poesía que ha escrito sobre la muerte de su padre. Mientras se ultima la traducción del poemario, Ernesto y Kim Jong-un conversan por Skype y el primero aprovechará para desahogarse sobre la relación negativa que ha tenido con un prestigioso editor de poesía español y, de paso –y con humor– describirá las diferentes tribus poéticas de su ciudad.


¿Y del personaje?
El personaje principal, Ernesto Sánchez, es un letraherido que a sus 36 años empieza a pensar que es tarde para alcanzar el deseado prestigio literario. Ese prestigio que le permitirá traspasar las puertas de los bellos jardines soñados.


¿Qué relación guarda el título con el argumento?
Cuando Ernesto habla con su nuevo amigo, Kim Jong-un, de algún personaje del mundillo poético por el que no suele sentir mucho aprecio, suele introducir su nombre de forma sarcástica con el apelativo de “insigne”. Así que “los insignes” serían el conjunto de enemigos y competidores de Ernesto.



¿Por qué decide escribir una novela sobre la frustración del poeta en busca de reconocimiento o de edición?

Porque durante una temporada yo, como tantos otros, sucumbí a la enfermedad de Ernesto. Afortunadamente para mí y para mi salud mental, pude darme cuenta a tiempo de la ridiculez de haber empezado a sufrir por la literatura, precisamente la afición que más alegrías me había dado en la vida.


¿Considera que esta frustración es similar a la que también viven los novelistas?
La frustración de no alcanzar el éxito deseado en la poesía es similar a la de la narrativa o a la de cualquier arte. Diría más: podría extenderse al deporte, a la vida profesional, amorosa, etc. Tal vez, cuanto más pequeña sea la tarta del éxito a repartir (y en poesía, al haber tan pocos lectores reales, esa tarta es realmente pequeña), más ridículas y desproporcionadas sean las ambiciones desmedidas de éxito y de reconocimiento.


¿Y qué tal le han tratado en Sloper?
Muy bien. Les envié mi manuscrito por correo electrónico y Román Piña –el editor– me contestó en menos de dos semanas que quería publicarlo. Siempre han estado claras las condiciones de publicación y los plazos se han cumplido.


¿Por qué ha publicado con ellos?
Una prioridad para un autor que quiere publicar debería ser la de informarse bien de cuál es la editorial en la que mejor puede encajar su manuscrito. Yo suelo estar bastante al tanto de las preferencias de cada editorial. Después de que Sloper publicara La mala puta, el ensayo de Miguel Dalmau y Román Piña sobre el mal estado del mundo literario español, y al ser conocedor –porque lo anuncian en la web de la editorial– de que a Sloper le gustan los libros con humor, tuve claro que mi sátira disparatada del mundo de la poesía española podía encajar en el catálogo de Sloper. Y así fue.


¿Qué hace falta para que los editores españoles dejen de comportarse así?
Si te refieres al comportamiento del editor de mi ficción y no al insigne Román Piña, diría que lo que le hace falta al mundo de la edición emergente en español es más profesionalidad y comportamientos más adultos. Es lamentable (y el ejemplo es real) que un editor de cierto prestigio, que en las redes sociales protesta por las reformas laborales del gobierno que atentan contra la dignidad de los trabajadores, no entienda que su editorial también es una empresa y que debería, por tanto, cumplir con sus compromisos contractuales.


Menciona en su blog que el tema principal es la obsesión, ¿pero obsesión por darse a conocer o por qué motivo?
El tema de fondo de mi novela sería el de la obsesión: obsesión por cambiar de vida principalmente, por llegar a un supuesto mundo soñado e idealizado, que para el protagonista del libro está simbolizado por el éxito literario. Se trata de una obsesión que esconde detrás, en realidad, frustraciones más severas.


También dice que el blog de contracrítica de poesía Addison de Wit es parte de su documentación, ¿por qué?
En mi blog literario Desde la ciudad sin cines usé el término “documentación” de una forma un tanto irónica. Yo mismo tengo un blog de reseñas que trata de evitar la polémica, aunque a veces no lo consiga, y como partícipe en el mundo virtual de la literatura en internet me he interesado por blogs como Addison de Witt, un espacio que leía en su momento con gran interés, igual que he leído El lector Malherido, La medicina de Tongoy o Patrulla de Salvación, blogs en los que la polémica ha sido la nota dominante. Siempre me llamó la atención la virulencia y la pasión con las que los comentaristas (casi siempre anónimos) participaban en estos espacios, que fuera del mundillo de las personas que escriben tienen una influencia muy limitada. Sobre esa pasión y virulencia con las que se sobredimensiona lo que en realidad es pequeño e irrelevante, fuera de su círculo de expertos, trata mi novela.


¿Cómo se ha documentado?
Llevo años leyendo blogs de literatura, bien sea de creación o de crítica. En realidad no he tenido que documentarme, he hablado sobre lo que sabía. Tolstoi decía que si quieres saber cómo es el mundo echa un vistazo a tu aldea. Eso es lo que he hecho: mirar a mi aldea virtual, a mi pequeño mundo de internet.



¿Las situaciones que vive el protagonista son en parte vivencias propias o piezas de diferentes personas?

Algunas de las vivencias de Ernesto han partido de mi propia experiencia y otras son puramente inventadas. Uso experiencias propias, las deformo, me río de mí mismo…



¿En qué momento se le ocurre introducir a Kim Jong-Un como personaje de su novela?
Mi novela acaba siendo disparatada, pero al principio tuve un idea aún más loca: contar lo que quería contar (el tema de la frustración artística) en serio, como un drama real. Menos mal que me evité el fiasco de haber llevado este proyecto inicial a la práctica. Al principio quise que dos poetas frustrados intercambiasen emails, lo que hubiera sido una novela epistolar moderna. Pero si los dos protagonistas eran poetas fracasados, el tono cómico iba a ser mucho más difícil de conseguir. Quizás se iba a parecer demasiado a Juegos de la edad tardía de Luis Landero. El hecho de elegir a un personaje tan excéntrico como Kim Jong-un hace que, lo que la novela pierde en verosimilitud narrativa, lo gane, desde la primera página, en verosimilitud cómica.


¿Cuál es su papel?
Kim Jong-un es un contrapunto de Ernesto: este último publicó un libro y vendió 50 ejemplares y Kim Jong-un publicó un poemario cuya tirada inicial era de 4 millones de ejemplares, pero como buen poeta no está satisfecho: desea más reconocimiento, desea que el ácido crítico literario que es Ernesto le valide de forma ajena a la crítica oficial de su país.


Novela de humor, ¿de qué género?
Los insignes es una novela de humor satírico, con algunos toques de humor absurdo, que acaba siendo una crítica de costumbres y de tipos de personas.

Además de los cuentos de los hermanos Grimm dice que Tolkien fue decisivo a la hora de tomar la decisión de dedicarse a la escritura. Cómo él, usted también es profesor. ¿Cree que ha conseguido llevar esa doble vida entre la enseñanza y lograr perderse en su propio mundo?

Lo cierto es que me di cuenta de que mi vocación laboral debía ser la de profesor algo tarde, después de haber estudiado Empresariales, y trabajado como auditor de cuentas en una empresa norteamericana de horarios delirantes. Ahora doy clases de economía y matemáticas en un colegio. Me gusta estar en contacto con los estudiantes y tener además un mundo propio para el tiempo libre. Aunque siempre seguiré admirando a Tolkien por poder perderse en la Tierra Media.

2 comentarios:

  1. Una curiosidad: ¿Has leído "El Huérfano", de Adam Johnson?. Otra: de ser así ¿te inspiro para escribir "Los Insignes"? ¿O, por lo menos, te sirvió de acicate para incluir al gordito cachetón en tu trama?. Ya me contarás. Un saludo ¡Y mucho éxito!.

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    1. Hola Julian:
      Lo cierto es que me hablaron de "El Huérfano" después de que yo hubiera escrito mi novela, y aún no la he leído. Tiene buena pinta.

      Pero si te digo la verdad para mi novela Kim Jong-un es una excusa pintoresca, una broma para hablar de otra cosa: el mundo de la poesía en España. No quería realmente analizar la sociedad de Corea del Norte. Kim Jong-un es en mi novela un contrapunto pintoresco al personaje que narra, un interlocutor surrealista a tono con el discurso surrealista del libro.

      Gracias por esos deseos de éxito.
      Saludos

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