Mi novela Los insignes ya está en la calle.
Ernesto Sánchez, inspector de Hacienda y amante de
la poesía, sueña con la gloria literaria, pero no consigue entrar en ningún
círculo de poetas de España. A través de Skype le contará sus penas y los
entresijos de la poesía patria a su nuevo amigo, el poeta y presidente de Corea
del Norte Kim Jong-un.
Dejo aquí un fragmento del discurso de Ernesto, hablando
sobre las más prestigiosas editoriales de poesía de España; es decir, de
Bisonte, Hipérbole o DMR.
Querido poeta: tú comprendes a Ernesto, ¿verdad?
Los insignes, páginas 87-91:
«Cada vez ha sido más raro en España que Bisonte,
Hipérbole o DMR publiquen directamente el libro de un autor joven. Por ejemplo,
Hipérbole convoca su premio de poesía joven Hipérbole y casi nunca vuelve a
editar un segundo libro del autor ganador, aunque haya agotado la edición que
se lanzó con su premio Hipérbole. Pero, y aquí está la clave del asunto, lo
normal es que estos autores vuelvan a ganar otro premio organizado por un
ayuntamiento, que corre con los gastos, y cuya edición está a cargo de Hipérbole.
Es decir, Hipérbole o Bisonte sí tienen a sus autores, pero no los editan ellos
directamente, como ocurre con las editoriales de narrativa, como hace, por
ejemplo, Anagrama —posiblemente la editorial de narrativa más prestigiosa de mi
país—, sino que las editoriales de poesía editan a sus autores por mediación de
los premios de los ayuntamientos. Es decir, el ayuntamiento de Albacete (una
capital de provincia cercana a Madrid, Kim Jong-un), por ejemplo y para no
irnos más lejos, convoca un premio de poesía, cuya gestión y publicación va a
correr a cargo de Hipérbole. Entonces trescientos pardillos, Kim Jong-un, lo
digo porque yo también he sido uno de ellos, envían su poemario al premio de
Albacete. Perdona... ¿Que no sabes lo que es un pardillo? Sí, tienes razón,
pardillo es un pájaro pero también quiere decir primo, inocentón, pringado,
tolai... ¿Lo pillas, Kim Jong-un? Pues eso, que trescientos tolais mandan su
libro al premio de Albacete y ese premio de Albacete ya ha sido concedido de
antemano, por ejemplo, a Felipe Durántez, que fue premio Hipérbole hace siete
años, y que desde entonces ya ha ganado dos premios más, organizados, por
ejemplo, por el ayuntamiento de Cáceres y el de Ceuta, gestionados por
Hipérbole, por supuesto, y con un jurado que mayoritariamente es el mismo que
el jurado del Hipérbole, un jurado casi inamovible, salvo cuando uno de sus
miembros se presenta a un premio en cuestión y ha de abandonar por un tiempo su
trono en el jurado para que el resto de compinches pueda elegir su libro como
ganador, elevándolo de la pila de trescientos libros de tolais. En Bisonte
ocurre igual. Y así, con el dinero de los ayuntamientos, Hipérbole y Bisonte
elaboran su catálogo y editan a sus autores. Autores de Bisonte y autores de
Hipérbole, que rara vez se cruzan, hasta que llega uno, un auténtico fuera de
serie, como Rubén Rodrigáñez, y puede reventar el mundo de la poesía joven
española ganando premios organizados por ambas editoriales. Imagínate, Kim
Jong-un, las habilidades sociales, la capacidad para sonreír a unos y a otros,
para alabar a todos, para separar las nalgas podridas y besar el ojete del culo
de los poetas consagrados que ha de poseer Rubén Rodrigáñez, al que no le queda
otra que ser el nuevo capo de la poesía española. Es decir, el heredero natural
de Juan López Cubero, el Padrino, el Capo, el Consigliere y el Matón de la
poesía española, todos en uno. Es que no te pierdas la última del insigne López
Cubero, Kim Jong-un: en el premio de poesía de León —gestionado por Bisonte— el
jurado previo, formado por poetas menores de esa ciudad, había seleccionado
diez libros de la montaña de trescientos libros de tolais. Diez libros que son
los que pasan a la última consideración del jurado, formado por los
poetas-burgueses habituales; y cuál sería la sorpresa de López Cubero (el Capo
del jurado) al percatarse de que entre esos diez no estaba el poemario de su
protegido Rubén Rodrigáñez. Date cuenta, Kim Jong-un, que según las bases de
este tipo de premios, los poemarios que llegan a León han de ser anónimos, y
así los lee el prejurado, y así los debe leer el jurado final. Pero López
Cubero ya sabe que a ese premio se ha presentado su protegido —por haber sido
su alumno en la Universidad de Sevilla y posteriormente amigo— Rubén Rodrigáñez
y le extraña que el ganador no esté entre los diez libros preseleccionados para
pasar a la deliberación final. Entonces, sin ningún pudor, López Cubero exige
que se busque el libro del ganador entre la pila de doscientos noventa
poemarios descartados, hasta que lo encuentran y, de este modo, el premio de
poesía de la ciudad de León, gestionado por la editorial Bisonte, va a parar a
su legítimo dueño, es decir, a Rubén Rodrigáñez, el poeta laureado de antemano,
el poeta por el que se convocan los premios, el poeta que surca las aguas por
encima de los prejurados y de las pilas de libros de tolais, el poeta llamado a
formar parte de las antologías y con derecho a beber el néctar de la gloria,
una gloria que le confiere como un cetro de fuego su mentor, el rey con corona
de la poesía española, Juan López Cubero. El caso es que, por esta vez, la cosa
no quedó así: dos de los poetas de León que formaban parte del prejurado
denunciaron lo que había ocurrido, y la noticia trascendió a los medios. López
Cubero, seguro de ser intocable, sonreía en las entrevistas y se defendía
diciendo que hay poemarios que aunque el prejurado no tenga capacidad para
percatarse de ello son superiores, sin términos comparativos: son su-pe-rio-res.
Sin hablar, claro, del planteamiento inicial que afirma que él no tenía por qué
haber sabido que uno de los trescientos poemarios anónimos era el de su
protegido Rubén Rodrigáñez.»
Parece una entrada de los Addison de Witt.
ResponderEliminarHola Zombie Girl:
EliminarSolía visitar el blog de Addison de Witt, aunque no dejaba comentarios. Sus polémicas han sido parte de la documentación que he empleado para escribir este libro. De hecho, en mi novela hay un blog llamado "Corralito a la poesía" que está inspirado en el de Addison de Witt. Una pena que dejaran de escribir en él.
Saludos
Sí, es una pena, yo tb lo seguía. Oye, tengo una duda respecto a tu libro y espero que no te moleste la pregunta. Aparte de esta crítica al mundillo poético actual, ¿qué hay en la novela? Es decir, ¿se trata de una especie de La mala puta, (tb de Sloper) donde los personajes no son más que una manera de novelar a través de sus diálogos lo que de otra manera sería un ensayo, o hay también alguna trama? Es que lo de Kim jong -un me tiene muy intrigada :)
EliminarGracias y un saludo
Hola Zombie girl: en absoluto me molesta la pregunta. Sabía que al escribir este libro corría el riesgo de convertirlo en un conjunto de anécdotas o bromas sobre el mundo de la poesía, pero traté de vertebrarlo con una trama y una subtrama. En un primer plano están Kim Jong-un y Ernesto Sánchez; el segundo lleva un blog de crítica literaria con bastante éxito y Kim Jong-un ha escrito un poemario elegiaco a la muerte de su padre (con una primera edición de 4 millones de ejemplares), pero desconfía de la elogiosa crítica oficial de su país y tras descubrir el blog de Ernesto, famoso por su beligerancia crítica, ha contactado con él para enviarle su poemario y que sea sincero con su obra. Un requerimiento delicado para Ernesto. Kim Jong-un sabe hablar español, pero para la traducción de su poemario le ayuda su profesor de esta lengua. ¿Se atreverá Ernesto a ser sincero del todo?
EliminarMientras se acaba esta traducción y Kim Jong-un le envía el libro, los dos conversan por Skype, y Ernesto aprovecha su reciente amistad para desahogarse sobre un doloroso episodio que ha vivido: tras años de intentarlo, una editorial pequeña y prestigiosa aceptó uno de sus poemarios, pero la salida del libro parecía no llegar nunca y el editor le daba largas, mientras beneficiaba a otros con menos méritos (según Ernesto). Sobre cómo ha conocido a este editor y cómo ha avanzado su relación con él se vertebra el segundo plano de evolución temporal del libro (y la base narrativa, en realidad).
Mientras, Ernesto despelleja a los poetas de España, organizados bajo diferentes clasificaciones.
Creo que si la hubiera hecho más triste esta novela sería una especie de "Juegos de la edad tardía" de Luis Landero, pero al meter más el absurdo y el humor salió algo a lo Javier Tomeo, algo como "Amado monstruo" o "El cazador de leones", por ejemplo y salvando las distancias con estos dos grandes escritores.
Saludos
Vale, me la leo (y eso que estoy ya bastante harta de las miserias del mundillo), pero si hay buen humor de por medio, ya me has ganao.
EliminarHola:
EliminarLo del humor se intenta, que se consiga ya imagino que depende de si el lector conecta con las tonterías de uno o no. Otro tema del libro era que no estaba seguro de a quién podía interesarle. Pero tengo claro que alguien que escribe (poesía o prosa, al final es lo mismo) y está harta de las miserias del mundillo es claramente el público objetivo de este libro.
Muchas gracias por el interés.
Saludos
Enhorabuena, la buscaré.
ResponderEliminarHola Isabel:
EliminarMuchas gracias por el interés.
Saludos
Felicitaciones, David! Estuve leyendo lo que comentás de la novela y parecer ser bien interesante. Buenas lecturas.
ResponderEliminarHola Carlos: Muchas gracias Carlos.
EliminarPor cierto, me acordé de ti cuando el año pasado vi tu nombre entre los finalistas del Herralde. Espero que consigas publicar esa novela.
Saludos