Editorial Ediciones del viento.
137 páginas. 1ª edición de 2001, esta de 2009.
Conocía a Óscar Esquivias (Burgos, 1972) como autor de relatos; sabía que
había ganado el premio Setenil al
mejor libro de relatos publicado en 2008 con La marca de Creta; y había
leído su cuento Miedo en la antología Siglo XXI, publicada por la editorial Menoscuarto en 2010; así que le pedí
amistad en facebook, ese lugar del ciberespacio en el que un montón de
desconocidos se llaman amigos por tener una afición en común; en este caso, la
literaria. Descubrí el entusiasmo de Esquivias por el escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia cuando colgué allí
los enlaces a las entradas que le dediqué a este autor en el blog; y a raíz de
estas entradas conversamos un poco virtualmente. Meses después le pude conocer
en persona en la presentación del libro de cuentos La vida interior de las plantas
de interior de Patricio Pron,
presentado por Ernesto Calabuig. La
casualidad quiso que compartiéramos metro para volver a casa, y fue agradable
darse cuenta de que en realidad es muy fácil entablar conversación con esos
desconocidos de facebook con los que compartes una pasión común. Mantuvimos una
animada charla en el metro sobre Jorge
Ibargüengoitia y José Donoso.
Cuando anuncié en las redes sociales
el verano pasado que iba a firmar mi poemario El bar de Lee en la feria
del libro de Madrid, fue una sorpresa que Óscar me comentase que había leído mi
anterior poemario, Siempre nos quedará Casablanca, y que le había gustado. Yo
había comprado unos meses antes La marca de Creta, pero no lo había
leído todavía. Óscar apareció en la caseta el día que firmaba y me compró El
bar de Lee, además de mi novela Acantilados de Howth. Unos días
después firmaba él y, por supuesto, no podía dejar de pasarme por su caseta.
Allí compré otro de sus libros de cuentos, Papanitos verdes, y su primera
novela, Jerjes conquista el mar. En un mundo en el que desaparecen los
lectores literarios, ahí quedamos los autores para comprarnos libros entre nosotros
antes del fin.
El viernes 28 de febrero (que fue
festivo para los docentes) seguía leyendo los Cuentos completos de Juan José Saer, y después de terminar
el tercer libro (de cinco) –el titulado Unidad de lugar– me apeteció (como
la semana pasada con El material humano
de Rodrigo Rey Rosa) cambiar de
aires y tomé de la montaña de inleídos Jerjes conquista el mar. Lo leí casi
de una sentada esa misma tarde.
Con Jerjes conquista el mar Óscar Esquivias ganó el Premio Arte Joven
de la Comunidad de Madrid en el año 2000; la novela la publicó la editorial Visor ese año. La editorial
con la que Esquivias publica actualmente –Ediciones
del Viento– la volvió a reeditar en 2009, tras una revisión “para
acercarse al ideal de precisión de aquel primer intento”, como nos cuenta Esquivias en una nota final. Jerjes conquista
el mar fue la primera novela escrita por el autor, que debía de tener unos
veintisiete años.
Jerjes es un joven con una leve
discapacidad mental, y trabaja –gracias a un Plan de Integración– limpiando
cristales en el edificio de la Telefónica de Gran Vía, junto a Duque, otro
joven, cuya discapacidad, según él mismo apunta, es la sordera, aunque el
lector intuya que miente por pudor.
La novela comienza en la
madrileña –y tan fatigada por mis pasos– cuesta de Moyano. En concreto en la
caseta de la viuda de Infantes, una señora mayor que se dedica más a ahuyentar
a la posible clientela que a tratar de vender libros. Jerjes rebusca entre sus
libros y pregunta interesado por un álbum de fotos y recuerdos, ya que le interesan
las postales antiguas, sobre todo si aparecen playas. Cuando pregunta el precio
del álbum, va a recibir el esperado bufido de la viuda de infantes. Sin
embargo, Jerjes volverá al puesto hasta que consiga el álbum, mientras se va
creando una extraña relación de amistad entre estos dos personajes bastante
desvalidos. En la página 64, el librero Fermín Vidrieras, que regenta un puesto
de libros cercano al de la viuda, apuntará: “Qué pareja, la loca y el tontito”.
Los escenarios principales de la
novela serían la cuesta de Moyano, donde Jerjes interactúa con los libreros
señalados y también con algún otro comprador de libros; el edificio de la
Telefónica de Gran Vía, donde Jerjes se relaciona con su compañero Duque, los
guardias de seguridad y algún que otro empleado de la Telefónica; y la casa de
Jerjes, donde este convive con su madre y el cada vez más presente novio de esta.
Todos los personajes de la novela
son peculiares, y hasta cierto punto marginales. Sobre ellos el narrador posa
una mirada tierna, no exenta, en más de una ocasión, de un humor socarrón.
La novela se sitúa a finales de
los noventa, cuando aún se compraba con pesetas y Juan Villalonga era el
presidente de la Telefónica. En más de un caso me ha parecido ver que el
narrador se detenía en una visión costumbrista de Madrid; por ejemplo al
describir los discursos de mendigos y músicos del metro, como si quisiera
rescatar para la capital una corte de los milagros valleinclanesca (“Madrid es
un carnaval”, pág. 59).
Jerjes conquista el mar se organiza en capítulos cortos, con
abundantes diálogos frescos y coloquiales. Sus pequeñas tramas se van
engarzando de modo sencillo y elegante. Ya dije al comenzar la entrada que esta
novela se puede leer prácticamente de una sentada, y uno acompaña a sus
personajes marginales y entrañables (bien perfilados mediante el empleo de
certeros detalles) con una sonrisa. Jerjes
conquista el mar es una primera novela, escrita por alguien que no llega a
los treinta años, bastante sencilla, pero muy bien armada; una novela que
parece escrita sin grandes pretensiones de trascendencia, pero con el pulso
firme de un narrador que sabe estructurar bien una historia y desplazar a los
personajes sobre la trama de forma ágil, mediante el uso de los diálogos y las
elipsis. Jerjes conquista el mar es
“un texto muy depurado, muy sencillo, muy limpio, con una anécdota
aparentemente pequeña, pero con una gran carga poética”, como apunta el propio
Óscar Esquivias en este vídeo en el que presenta la novela:
Como el mismo Esquivias apunta en
el vídeo, su trilogía novelística formada por las obras Inquietud en el paraíso, La
ciudad del Gran Rey y Viene la noche es la que más
lectores (y reconocimiento, apuntaría yo) ha tenido de toda su obra. También es
un destacado cuentista: dentro de poco espero comenzar sus dos libros de
cuentos, que están esperándome en mi montaña de libros inleídos.
Muchas gracias por esta eatupenda entrada que me acerca a un autor y a un libro que desconocía. Conoceré a Jerjes pronto. Sigue habiendo, ya ves, lectores de los que compramos libros...
ResponderEliminarUn saludo,
Hola Carmen:
EliminarMe alegra mucho que te haya interesado.
Lo de de la desaparición de los lectores literarios está escrito en tono de broma triste. Es más, date cuente de que yo, que soy un aficionado, me pongo ahí a la altura de Esquivias, que es un autor con una trayectoria y un prestigio que yo no tengo. Lo cierto es que me hizo mucha ilusión que el viniese a la feria del Libro a verme y quisiera comprar mis libros, como si yo fuera un autor "de verdad".
A ver si leo pronto sus cuentos.
Un saludos