(Nota: al publicar las entradas sobre libros suelo respetar el orden
cronológico de lectura; pero la semana pasada adelanté la reseña de Será
Mañana de Federico Guzmán, porque al ser
mi amigo quise tener la deferencia de que el comentario de su novela apareciese
en el blog previamente al día de la presentación en la que nos íbamos a ver.
Así que esta novela de Jaime Bayly en realidad sigue a la lectura de Las
asombrosas aventuras de Kavalier y Clay,
y de ahí las comparaciones con este libro.)
Nunca hasta ahora había leído a Jaime Bayly (Lima, 1965), aunque más de
una vez había estado a punto de hacerlo. Recuerdo las buenas críticas que
recibían sus libros en los suplementos literarios durante los años 90; y yo
tenía a Bayly anotado como posible autor hispanoamericano que leer desde hace
ya muchos años. En varias ocasiones ha faltado poco para que comprara éste de La
noche es virgen, premio Herralde de novela de 1997. Por ejemplo, un 23
de abril, el día del libro de hace unos años, Bayly daba una charla en la Casa
de Correos de Sol después de otra de César
Aira. Acudí a escuchar a Aira, con su libro Cumpleaños para que me lo
firmara; y pensé también en quedarme a escuchar a Bayly, y comprar antes la
primera edición de La noche es virgen
en la Casa del Libro de Gran Vía –que lo ha tenido durante muchos años– para
que me la firmara también. Pero después acabé pensando que se iba a hacer muy
tarde. La charla iba a acabar cerca de las 11 de la noche y por aquel entonces yo
aún vivía en Móstoles, y tenía que regresar a casa y levantarme al día
siguiente a las 6 de la mañana. Así que me fui después de la charla de Aira,
sin ver a Bayly y sin comprar su libro.
Al fin me hice con él hace un mes
en una de las casetas de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que se celebra
dos veces al año en el paseo de Recoletos de Madrid. Era la primera edición,
estaba nuevo y costaba 8 euros. Me dio algo de rabia ver el libro otra vez unas
cuantas casetas después, con las mismas características, a 6 euros. Pero daba
igual: por el camino había tenido suerte, había encontrado uno de los pocos
libros que me faltan de Rodrigo Rey Rosa
para completar la colección de sus obras
completas, al inopinado precio de 2 euros.
Después del cansancio con el que
acabé leyendo Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay de Michael Chabon, como comenté hace dos
semanas, entre otras cosas por el uso narrativo de una tercera persona anodina,
creo que la elección de la siguiente lectura –La noche es virgen– ha sido un acierto: aquí la voz narrativa en
primera persona es el sustento de toda la novela, ya que los hechos contados
quedan totalmente en un segundo plano ante el torrente que supone la voz de
Gabriel Barrios, el protagonista de este libro.
Gabriel es un joven veinteañero
peruano que reside en el barrio de Miraflores en Lima; de hecho la descripción
de la Lima narrada parece identificarse plenamente con este barrio.
Las correlaciones entre el
personaje de Gabriel Barrios y la vida de Jaime Bayly parecen claras: ambos son
blancos, pertenecen a la clase alta limeña y trabajan en la televisión nacional
haciendo entrevistas a cantantes, artistas... ambos son bisexuales u
homosexuales, y ambos acabarán emigrando a Miami; lugar desde el que se narra –aunque
al principio parece que la prosa evoca una realidad muy inmediata– La noche es virgen, con importantes
dosis de nostalgia.
Como he leído en Internet, todas
las novelas de Jaime Bayly –con la excepción de la última, El cojo y el loco, que
también he leído, tras acabar ésta, y de la que hablaré la semana que viene–
tienen un fuerte trasfondo autobiográfico.
La anécdota es mínima: Gabriel
conoce en el local El Cielo al cantante de un grupo musical aficionado llamado
Mariano, que podría ser homosexual o al menos bisexual, como acaba ocurriendo;
y Gabriel, desde Miami, evoca cómo fue aquel amor y desamor que tuvo con
Mariano.
En la novela se nos narran
algunos encuentros y desencuentros de Gabriel con Mariano, su hermana y unos
pocos personajes más en unas noches locas de la Lima de los años 90, con el
trasfondo histórico de los atentados de Sendero Luminoso: “A quién se le ocurre
vivir en esta desangelada avenida donde tanto ruido hacen las combis asesinas y
revienta por lo menos un coche bomba a la semana” (págs. 41-42).
La relación con Lima es ambigua:
Gabriel siente que tiene que abandonarla, que en Lima la horrible –como se refiere siempre a ella– no va a poder
mostrar nunca abiertamente su homosexualidad, para a continuación añorarla
desde Miami. En cierto modo, el tema del abandono del país hispanoamericano –en
este caso Perú– por parte de la clase social alta ya apareció también en el
blog cuando comenté las obras de la nueva narrativa boliviana.
Hay un detalle que no me gusta de
la presentación del texto: Bayly escribe sin usar ninguna mayúscula, lo que me
llevaba más de una vez a tener que repasar lo leído para comprobar si se acababa
la frase o regía una coma, volviendo la lectura menos natural.
Como ya he comentado, lo mejor de
este libro es la potencia de la voz narrativa: Gabriel es un personaje frívolo,
que no puede llevar ropa comprada en Lima, y a quien su alto sueldo en la
televisión le permite ir de shopping
a Miami varias veces al año, alguien que escribe cosas como “feos a mi casa no
entran, a menos, claro, que vengan a hacerme la limpieza” (pág. 126); así que
queda claro que además de frívolo también es clasista; y por qué no añadir el
calificativo de racista: “Tampoco vas a salir a la calle a llamar de esos
teléfonos públicos que apestan a serrano piojoso” (pág. 97); tampoco le importa
citar como referente cultural a Julio Iglesias o presumir del día que conoció a
Ricky Martin. Y lo curioso es que consigue hacerse un personaje entrañable,
porque en el fondo es un débil, un infeliz, una persona que sufre y que trata
de poner una barrera de frivolidad entre él y la realidad que le rodea. Y esta
voz literaria también tiene una intención narrativa: Bayly nos quiere mostrar
cómo es la clase social alta de Lima a la que pertenecen él y su personaje, hasta
qué punto son clasistas, racistas, frívolos y han de mantenerse continuamente
bajo las constricciones de unas formas sociales en las que la homosexualidad o
cualquier crítica a la Iglesia, por ejemplo, no están permitidas.
La novela es divertida, y esto se
consigue en gran parte gracias al siguiente recurso: por un lado están las
palabras que usa Gabriel cínicamente al conversar con los otros personajes y,
por otro, está lo que de verdad está pensando sobre esos personajes.
El sentido del ritmo tampoco es
desdeñable.
Me ha atraído también de La noche es virgen algo que en principio
podría ser tomado como una dificultad para acercarse al texto: el vocabulario
que usa Bayly es profundamente peruano, pero no con un registro culto sino con
un peruano de los jóvenes de la calle. Es como leer Historias del Kronen de José Ángel Mañas –que refleja el
lenguaje callejero de los jóvenes madrileños de los años 90– pero con la jerga
lingüística de otro país. Así que había palabras –como, por ejemplo, coquero– que he tardado en entender y
que conseguí saber lo que significaban tras varias apariciones y ayudado por el
contexto (por si alguien tiene curiosidad: coquero
= consumidor de cocaína).
Si en la literatura peruana
moderna existen dos caminos: el comprometido, político y solemne de Mario Vargas Llosa y el nostálgico,
entrañable y divertido de Alfredo Bryce
Echeniche, me parece claro que Jaime Bayly ha elegido el segundo. Aunque es
cierto que la prosa de Bryce Echenique es más elegante y de una ironía más fina
y el sarcasmo de Bayly es en la mayoría de los casos de trazo más grueso.
Además, lo que en Bryce Echenique eran simpáticos diminutivos, en Bayly se convierte
en omnipresentes superlativos (coquerazo,
pichanguerazo, etc).
Una última reflexión: una novela
como Las asombrosas aventuras de Kavalier
y Clay de Michael Chabon, comentada la semana pasada, parecía estar pensada
directamente para su adaptación cinematográfica, y una novela como La noche es virgen no creo que diese
para una buena película, porque en ella los acontecimientos no son tan
interesantes como el lenguaje empleado, la ironía, la sutilidad y el juego
entre lo que el personaje dice a los demás y lo que piensa de verdad sobre ellos.
En otras palabras, me parece que La noche es virgen de Jaime Bayly,
premio Herralde de 1997, es una obra literaria superior a Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay de Michael Chabon,
premio Pulitzer de 2001.
Nunca he leído nada de Bayly, no me apetece y no porque no haya leído buenas críticas sobre sus libros, si no porque él me parece un personaje insufrible. Ya sé que no debería ser así, pero cada vez que me encuentro frente a un libro suyo me acuerdo de eso y no me apetece leerlo. Pero si dices que esta novela es mucho mejor que la de Chabon, tendré que pensármelo.
ResponderEliminarBesos
Hola Dorothy:
EliminarYo he visto a Bayly en la tele, y creo que juega a la pose de frívolo; en el libro hace lo mismo, pero la distancia entre su yo para los demás y su yo interior hace su prosa divertida, y rítmica.
No sé si este libro es mejor que el de Chabon, lo que apunto es que a mí me pareció su prosa más refrescante; aunque en principio fuese aparentemente menos ambiciosa.
saludos
Añado una reflexión a esto:
EliminarPara mí el Nueva York de los años 40 del siglo XX que dibuja Chabon en Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay es un Nueva York descafeinado; es un espacio físico y una época en la que no ha vivido y acaba pareciéndome a mí como lector un escenario de cartón-piedra.
En cambio la Lima de Bayly está viva. Me la describe con 4 pincelas y la estoy viendo, está ante mí, con su racismo, su inseguridad, su droga, su violencia, su sexo, su sociología...
Y para mí el segundo camino es el de la literatura.
saludos
Hola David.
ResponderEliminarHe leído todos los libros de este autor. Te recomiendo "El huracan lleva tu nombre". Puede dar la sensación de ser un autor a veces monotema con el sexo y las drogas campando a sus anchas por sus paginas, pero los personajes tienen mucha fuerza y eso hace interesantes sus tramas. Un saludo.
Hola
Eliminar¿Eres el auténtico David Rubio Ávila, que siempre es una fuente de sorpresas, y que aparece y desaparece? ¿Ahora estás ubicado en no sé que islas?
A ver si te vienes y conseguimos quedar para estar navidades con Antón.
Sí, imagino que leeré más de Bayly.
saludos
Ja,ja.. si soy el "autentico". Esto de el anonimato en Internet es tremendo, acabaremos pidiendo que enseñemos la patita por debajo de la puerta. Bueno estoy en Toledo, lo de la foto es más "diversión" que otra cosa. Ahora estoy metido de lleno con la trilogía "Tu rostro Mañana" de Javier Marías. No tienes nada comentado de este autor. Te lo recomiendo. Haber si quedamos un finde con todos. Un saludo.
EliminarHola Rubio:
EliminarSí, Marías está por ahora ausente del lbog. Pero es un autor que me gusta mucho, y del que he comprado hace poco su libro de cuentos completos. A ver si lo leo en breve y lo comento en el blog.
Me encanto un libro como Mañana en la batalla piensa en mí, por ejemplo.
Y sí, a ver si nos vemos. Escríbenos un correo tú, que siempre estás más liado y acordamos un día. Hace demasiado ya que no nos vemos.
un abrazo
No soporto a Bayly desde que leí, hace un millón y medio de años, un libro suyo que no recuerdo cómo se llama. Mira si me gusta poco que no me apetece ni mirar en google. Bueno, venga, va, lo hago por ti.
ResponderEliminarAh, era "No se lo digas a nadie". Su primera novela, veo. No lo sabía. Se nota. Da igual, no lo soporto.
Abrazo,
Hola Tongoy:
EliminarPues a mí la verdad es que me ha hecho bastante gracia y me gustaba mucho su voz narrativa tan peruana, con esas palabras tan graciosas que a veces no entendía pero que me encantaba su sonoridad.
Creo haber leído buenas críticas de No se lo digas a nadie.
Estoy seguro de que te gustaría El cojo y el loco (que es mi entrada de la semana que viene); una prosa muy gamberra, muy provocadora.
saludos
¡La leí! No me acordaba. Qué desastre. Sí, es cierto, es mejor que "No se lo digas..." pero ya no la recuerdo mucho. Tiene gracia, me pillaste ahora mismo escribiendo sobre Bayly (indirectamente).
EliminarSí, qué bueno. Yo creo que El cojo y el loco era un libro que te pegaba, ahora que cada vez estás más destroyer...
EliminarPues nada, ya leeré eso que estás escribiendo sobre Bayly (indirectamente).
saludos
Hola David,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. No sé hasta qué punto es ambiciosa o no la prosa de Bayly (yo creo que más de lo que parece), pero el caso es que es gracioso, divertido, tiene como tú dices mucho ritmo, es muy hot... ¡Qué más se le puede pedir a un escritor!
Lo que no sé es si nos interesaríamos igualmente por las aventuras del narrador-Bayly si él no fuera ya de por sí un personaje; aunque yo creo que no, porque en España no se le conoce apenas mediáticamente. Yo sólo sé que estoy leyendo La noche es virgen y me estoy riendo mucho y me encanta su español plagado de peruanismos, no ese español estándar que usan otros sudamericanos.
Besos
Hola:
EliminarSí, hubiera sido interesante hablar de esto del lenguaje de forma más directa. A mí también me gusta cuando leo a un peruano o a un argentino y tiene muchas palabras que desconozco, pero pienso que me enriquecen como lector en lengua española.
En la presentación de Será Mañana de Federico Guzmán, el martes pasado en Tipos Infames, tanto el presentador (Olmos) como Federico hablaron de este español estándar que no les gusta, al que llamaron español McDonald, y que en el caso de los hispanoamericanos parece obeceder a un deseo de publicar con más facilidad en España, y en el de los españoles a una imitación -puede que inconsciente- de las traducciones de los libros de los norteamericanos.
Sí, reivindiquemos el español rico y plural.
Besos
Es un autor que, con la lata que dieron sobre él, nunca me apetecio leer, pero me gusta tu forma de analizar y sacarle lo positivo que sin duda tendrá.
ResponderEliminarSobre las licencias que se toman algunos escritores, de verdad, algunas te quitan las ganas de leerlos.
Mira que me gusta Saramago, pero esas oraciones tan sumamente larga sin signos, te dejaban sin aire.
Saludos.
Hola Isabel:
ResponderEliminar¿Con lo de la lata sobre Bayly te refieres a que salía en la tele con Boris Izaguirre o a que se habló de él en suplementos culturales?
La verdad es que no sé a qué te refieres con eso de las licencias: ¿algo sobre su forma descarada de hablar en público?
A mi Saramago no me acaba de convencer, me parece un escritor sobrevalorado. Si te interesa tengo una entrada sobre él (en el índice de etiquetas: "José Saramago").
saludos
Vale, lo de las licencias era por lo de no poner puntos, no lo pillé en la primera lectura de tu comentario..., sí, a mí esas cosas no me gustan mucho.
Eliminarsaludos
La prosa de Bayly puede parecer, él también lo busca, insustancial y prescindible.
ResponderEliminarPero a través de la aparente frivolidad de los personajes y las situaciones Bayly nos dice algo más. El lector un poco avispado ve que en cada una de sus novelas (por lo menos a través de mis ojos y por las novelas que he leído de él) se trata un tema esencial de la vida: En "Y de repente un Àngel" el perdón, en "el Huracan lleva tu nombre" el amor con mayúsculas en "La noche es virgen" el lenguaje de su Lima natal.
Gracias al atractivo de su personaje Bayly nos hace reflexionar. Os recomiendo "y de repente un angel" una novelita moderna y sencilla en la que Bayly se sorprende descubriendo su ruindad a través de un personaje plano com es su sirvienta.
Todo esto lo escribe un fan de Bayly que conste..
Hola Alex:
ResponderEliminarA mí Bayly me ha gustado; y como dices creo que su voz narrativa de aparente frivolidad es bastante atractiva por todas las contracciones que implica.
Yo leeré más de él, por ahora la que más me apetece es No se lo digas a nadie.
Por cierto, me doy cuenta que Bayly es un personaje bastante polémico, al menos en Perú. Hace poco me escribió un anónimo de allá unos comentarios, bastante indignado estaba el hombre conmigo por leer a Bayly y de esta forma "ensuciar" mi blog. Curiosamente sus comentarios los dejó en la entrada de Kafka (un hueco en el blog más digno de él, imagino).
Saludos
Hola, quisiera saber donde puedo conseguir el libro, La noche es virgen de Jaime Bayly, vivo en Arequipa - Peru
ResponderEliminarHola Luisito:
EliminarYo vivo en España y la verdad es que no conozco Perú. Pero aquí suelo usar una página para buscar libros de primera y segunda mano que se llama iberlibro.com; tiene una pestaña para seleccionar el país y puede que haya también librerías de Perú.
Espero que tengas suerte.
Saludos