jueves, 2 de octubre de 2014

Antología de Gerardo Diego: Miguel de Unamuno (2)

El segundo poeta que antóloga Gerardo Diego en 1934 para su Poesía española, antología (contemporánea) es Miguel de Unamuno. Hasta que no lo vi en este libro no sabía que Unamuno, además de novelas y ensayos, había escrito poesía.



Dejo aquí unos de los poemas que aparecen en la antología:


EN UN CEMENTERIO DE LUGAR CASTELLANO

  Corral de muertos, entre pobres tapias,
        hechas también de barro,
pobre corral donde la hoz no siega,
sólo una cruz, en el desierto campo
        señala tu destino. 

  Junto a esas tapias buscan el amparo
del hostigo del cierzo las ovejas
al pasar trashumantes en rebaño,
y en ellas rompen de la vana historia,
como las olas, los rumores vanos. 

        Como un islote en junio,
        te ciñe el mar dorado
de las espigas que a la brisa ondean,
y canta sobre ti la alondra el canto
        de la cosecha. 

Cuando baja en la lluvia el cielo al campo
baja también sobre la santa yerba
        donde la hoz no corta,
de tu rincón, ¡pobre corral de muertos!,
y sienten en sus huesos el reclamo
        del riego de la vida. 

Salvan tus cercas de mampuesto y barro
        las aladas semillas,
o te las llevan con piedad los pájaros,
y crecen escondidas amapolas,
clavelinas, magarzas, brezos, cardos,
entre arrumbadas cruces,
no más que de las aves libres pasto. 

Cavan tan sólo en tu maleza brava,
        corral sagrado,
para de un alma que sufrió en el mundo
        sembrar el grano;
        luego sobre esa siembra
        ¡barbecho largo! 

Cerca de ti el camino de los vivos,
no como tú, con tapias, no cercado,
        por donde van y vienen,
        ya riendo o llorando,
¡rompiendo con sus risas o sus lloros
el silencio inmortal de tu cercado! 

Después que lento el sol tomó ya tierra,
y sube al cielo el páramo
a la hora del recuerdo,
al toque de oraciones y descanso,
        la tosca cruz de piedra
        de tus tapias de barro
queda, como un guardián que nunca duerme,
de la campiña el sueño vigilando. 

        No hay cruz sobre la iglesia de los vivos,
en torno de la cual duerme el poblado;
la cruz, cual perro fiel, ampara el sueño
de los muertos al cielo acorralados.
¡Y desde el cielo de la noche, Cristo,
        el Pastor Soberano,
con infinitos ojos centelleantes,
recuenta las ovejas del rebaño! 

¡Pobre corral de muertos entre tapias
        hechas del mismo barro,
sólo una cruz distingue tu destino
en la desierta soledad del campo!


6 comentarios:

  1. Dar a conocer la Antología de Gerardo Diego de 1934 me parece una labor en pro de la difusión de la poesía muy loable.

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    1. Hola Juan Carlos:

      Lo cierto es que me apetece colgar algún poema en el blog a mitad de semana y el criterio de tomar los poetas de la Antología de Gerardo Diego -un libro que aprecio mucho- me parece que me simplifica las decisiones. En este libro hay poemas estupendos.

      Saludos

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  2. ¡Qué grande es Unamuno, haga lo que haga!

    Un saludo,

    Ángel.

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    1. Hola Ángel:

      Pues si he de serte sincero, yo de Unamuno he leído San Manuel bueno martin y Niebla, y la verdad es que estos libros no terminaron de entusiasmarme. En cualquier, caso debería darle una nueva oportunidad a Unamuno.

      Saludos

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  3. Pues si te vieras con ánimos te recomendaría (quizás por deformación académica) "Del sentimiento trágico de la vida".
    Rico, rico.

    Un saludo,

    Ángel.

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    1. Hola Ángel:

      Gracias por la recomendación. A ver si en algún momento vuelvo con Unamuno.

      Saludos

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