martes, 11 de junio de 2013

El bar de Lee en la Feria del Libro de Madrid



Canción del optimista
Por si alguien se pasa por la Feria del Libro del Madrid, ubicada en el parque de El Retiro, y le interesan mis libros, los puede encontrar en las siguientes casetas:

Caseta 118
Librería La Marabunta
El bar de Lee.

Caseta 37
Distribuidora Maidhisa
El bar de Lee
Siempre nos quedará Casablanca
Acantilados de Howth.


Voy a dejar aquí los dos poemas que justifican el título del poemario. El primer pertenece a Móstoles era una fiesta y está escrito en 1998 y el segundo pertenece a El Calvo del Sonora y está escrito en 2008. Creo que es fácil apreciar las diferencias de estilo:



EL BAR DE LEE

                        Te ruego que no hagas preguntas
                          ésta es la Tierra Dorada.
                                                          Henry Roth

Imagínate
espesos goterones de pintura sin pupilas
como los síntomas de la escalera de mano,
la puerta de cartón piedra agujereada
a patadas para ver si hay alguien meando,
la espalda negligente apoyada en la pared,
estibando la carga de ginebra barata
las manos ejercen movimientos crispados

mientras el alivio y la geometría del arco surge
y con vapor
lees los eddings de los baldosines:
                                                  Mas porros pa mis morros
                                                  mas farla pa yo fliparla.
los haikus expresionistas
te dicen que la poesía
es como la vida:             deseos, miedos y ansiedades
                                        detenidos en una pared húmeda

como yo no tengo edding mi haiku
en verso libre            (libre como el viento
                                     libre como yo en este váter)
se enrosca en el vapor dorado
                  ésta es la Tierra Dorada:
                               Si alguien encuentra a mi juventud perdida
                               que llame a este baldosín. Se gratificará.

 La música se filtra en hebras por los agujeros
de la puerta como en un cuadro de Munch.




EL BAR DE LEE II

Ahora son gestorías o sucursales bancarias,
aunque a veces persisten bajo el gobierno
de otros dueños que impusieron las voces
y la música de sus estridentes decorados.
                    Esto lo sabíamos
y aún así nos empeñamos en recorrer
de nuevo los bares donde trasnochó
la inquietud de entonces. En el mejor
de los casos reírnos tratando de conquistar,
con el regreso físico, el imposible viaje
al pasado, el revivir de unos años
ni tan siquiera demasiado felices.

Camuflada bajo otro nombre empujé
la puerta del Tuburio, el bar de Lee,
donde, atraídos por la música y los precios,
desgastamos tantas horas de fin de semana.
Recordé entonces la noche postrera
en que Lee nos contó que había alquilado
el Tubu y pretendía venderlo. Tras la insostenible
prórroga de sus estudios de Informática
una oficina le reclamaba.
          Y en esas palabras,
insidiosas entre los nuevos inquilinos
del bar, adolescentes de huidizas sudaderas
con capucha, zombis de música quebrada,
sentí que moría una parte de mi juventud.

Empujé el frío metal. Ningún sonido,
ninguna luz, vinieron a saludarnos.
Pensé confundido que debía enfrentarme
a una segunda puerta, y, en ese instante,
gracias a la débil iluminación que proyectaban
las farolas, me encaré con mi propia sombra.
Carcomida silueta sobre el fondo de un local
a oscuras, abandonado, fantasmagórico
y aún así expuesto a la derrota del tiempo
sin la censura amable de ningún candado.

Y me adentré en la penumbra incrédulo,
hasta que chocó mi pie contra un obstáculo.
Entonces un bulto se agitó en la oscuridad.

4 comentarios:

  1. bonito texto, sisisi, voy a buscar más por aquí.

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  2. Hola Jordim:

    gracias por el interés.

    saludos

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  3. Muy interesante el alma bicéfala que sobrevive de Mr. Lee. ¡Enhorabuena por las publicaciones, Don David! Saludos, Natalia

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    Respuestas
    1. Hola Natalia:

      Gracias por leer los poemas y por la enhorabuena.
      Me contaron que te aficionaste a la poesía, algo un tanto raro en estos días y valioso por eso mismo. Espero que sigas con ello.

      Saludos

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