jueves, 11 de mayo de 2017

Unos poemas de Romancero negro, de José Luis Gracia Mosteo



El poeta José Luis Gracia Mosteo (Calatorao, Zaragoza, 1957) ha publicado en febrero de 2017 el poemario Romancero negro. Con él quedó finalista del Premio Fray Luis de León de 2014. El poemario cuenta con un prólogo de Montero Glez y en él podemos leer poemas treinta poemas, de los que quiero mostrar aquí los tres primeros:




1.
…No pretendas saber, pues no está permitido, / el fin que a mí y a ti, Leucónoe, / nos tienen los dioses asignados…
Horacio
JÁCARA DE CRISTIAN JUÁREZ, SICARIO
Dos mil es lo que cobraba,
justo dos mil aunque diga
que un narco le apuraba.
Viajaba hacia San Diego
procedente de Tijuana,
tenía catorce años,
una madre y dos hermanas.
Era para mantenerlas
y que así se callaran;
me dijo el capo Morelos
que si no lo hago las mata.
¿Qué podía hacer, señor,
sino cumplir lo que mandan?
Matar no es nada difícil,
y la vida hay que ganarla.
Me regalaron un colt,
cartuchos y una navaja;
ahora veremos, dijeron,
si quieres utilizarlas,
si sabes hacer muertitos
como quien arrea vacas.
El primero fue el peor,
no dormí en una semana,
los que llegaron después,
ya eran ganado sin alma.
Viajaba hacia San Diego
procedente de Tijuana,
pasaba ciego de mota
con cinco escenas grabadas:
cuatro decapitaciones
y una mujer torturada.
Nada más las degollé,
me jalaron en Tijuana;
tú solo haz lo que debes
si quieres ver a tu mama.
Ocho soldados y un cura
le seccionaron el alma:
unos con la balacera,
otros con palabras blandas,
que el cielo está muy arriba
pero el infierno, en Tijuana,
y para viajar tan cerca
con el celular te basta.
Un federal de Jalisco
le metió el tiro de gracia:
ahora veremos, le dijo,
si mueres igual que matas;
si eres hombre o eres chavo,
al encarar a la Parca.
Pero él ya no le oía,
lejos como se encontraba,
muy arriba, en el Norte,
llegando a su nueva casa,
que hasta sonreía, dicen,
al sentir entrar la bala.
En un hoyo lo enterraron
al fondo de una cañada,
entre Tijuana y San Diego
para que no destapara
los que pagan la pachocha,
ni su pericia probada,
que cuando se mata tanto,
es mejor no contar nada,
 y metro y medio de tierra,
dos piedras y una meada
cierran la boca a cualquiera
y no hay tarifa que valga.
Dos mil es lo que cobraba,
justo dos mil aunque diga
que un narco le apuraba.


2.
…Soy un héroe pequeño, y pequeño es también el atrio / de Eetión  de Anfípolis en que me alojo / sin más compañía que una serpiente sinuosa y una espada…
Calímaco

CUATE SUGAR ES ORDENADO CHULO
No me interrogue, no más,
no voy a hablar, se lo juro,
cuando cumplí veinte años
me ordenaron como chulo.
Fue el día de Todos Santos
el que mataron el chivo,
me tendieron en su sangre
y rodearon el ombligo,
pa luego hacerme una cruz
en donde nace el resuello.
Luego, bebimos tequila
y cantamos todos juntos,
comimos tacos con chile
y fumamos tres carrujos.
Después, trajeron una hembra
y la cabalgué ante muchos;
ahora soy hombre macho,
todo un padrote cumplido,
tengo claro que, si no hablo,
mañana seguiré vivo.
No me interrogue, no más,
no cantaré, se lo juro,
a la hora de la verdad
no se achicopala uno,
bájese a mamar, agente,
que abajo tengo un buen puro,
cuando cumplí veinte años
me ordenaron como chulo.



3.
…Uno de sus ojos estalla de ira, mas…
Antípatro de Tesalónica

LA BANDA DE LA LÍNEA UNO (I)
No viajes en la Línea Uno,
por Dios, no viajes ni subas,
desde las diez de la noche,
no te acerques a esa línea
si no te las quieres ver
 con la banda del Rafita.
Ya sabes, son tres chavales
que se dicen salvatruchas;
no cojas el suburbano,
da en el búho una vueltita,
que llevan navaja y Täser
y un puño con el que atizan
para  limpiar los pelucos,
 iPhones y prendas bonitas.
No viajes en la Línea Uno,
no subas, ni se te ocurra,
desde las diez de la noche,

no te acerques a esa línea.

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