jueves, 14 de marzo de 2013

Un poema de Siempre nos quedará Casablanca





Mis editores de Baile del SolÁngeles Alonso y Tito Expósito- comenzaron 2013 con una nueva iniciativa en su blog: cada día pretenden colgar el poema de un autor vinculado a su editorial. Para el día 59 del año eligieron un poema mío, del libro Siempre nos quedará Casablanca, el titulado A oscuras soñándonos, que pertenece a la primera parte del poemario, titulada Días de cine (mi particular homenaje al mundo de las películas). A oscuras soñándonos lo considero un poema atípico dentro de mi producción, ya que mis composiciones poéticos casi siempre parten de una anécdota concreta e individualizada, y en cambio este poema fija su mirada sobre una acumulación de días.

Dejo aquí el poema (en el blog de Baile del Sol, AQUÍ):



A OSCURAS SOÑÁNDONOS

Fuimos al cine, como tantas veces
fuimos al cine, con nuestros carnets
falsos de estudiante, acumulando
tarjetas selladas (cada diez películas una gratis)
o estirando las monedas ganadas
en dudosos premios literarios, en las salas oscuras,
igual que niños de la posguerra, de la poscrisis,
del neoliberalismo. De todos los momentos
posteriores o demasiado nuevos,
cuando ya no había posibilidad
de reconstruir los caminos equivocados,
los puentes rotos, cuando habíamos decidido
abandonarnos dulcemente pálidos,
vivirnos en las vidas de otros,
con grandes guiones, a veces escasos presupuestos
y hermosas ideas, donde los gestos honorables
tenían cabida e incluso recompensa,
películas de Adolfo Aristarain, de Ken Loach...
emocionaban, la vida te hacía más sabio
y no más amargo en el cine.
Allí a oscuras, solos, soñándonos.

2 comentarios:

  1. Me has trasladado a mis tiempos de estudiante, cuando iba al cine con mi entonces novio a ver películas de Ken Russell, Woody Allen, Pasolini y tantos otros.
    Hermoso poema, David, lleno de carga evocadora.
    Un abrazo.

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  2. Hola Isabel, gracias por tus palabras.
    Me alegro de que te haya gustado el poema, pertenece a una época extraña, cuando buscaba trabajo, tenía mucho tiempo libre y algo de dinero, que había ganado en un premio de poesía. Dinero que revertí en la industria del cine. Creo que durante aquellos días iba unas tres veces por semana al cine, solo, acompañado...
    Si te interesa tengo algún poema más de este libro colgado en el blog, a la derecha, en la etiqueta: Siempre nos quedará Casablanca.

    un abrazo

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