domingo, 19 de febrero de 2012

Dos mujeres, por Elvio E. Gandolfo

Editorial Periférica. 124 páginas. 1ª edición de 1992, ésta de 2011.

Llevaba tiempo barruntando la idea de acercarme a la nueva, o estas alturas ya relativamente nueva -fue fundada en 2006- editorial Periférica, de la que no había leído nada. Hace años tuve en las manos algunos de sus libros de pequeño formato y color amarillo, y más tarde pensé que el cambio a un formato más grande con portadas rojas y fotos le favorecía. Además está publicando a muchos autores hispanoamericanos, una literatura que me suele interesar.
En la librería de la cuesta de Moyano donde compro novedades a mitad de precio porque, como ya he contado alguna vez aquí, a ellos se las venden los periodistas a los que los editores envían los libros con la esperanza de que los lean y los reseñen en los periódicos o revistas culturales, aparecieron de una tacada 4 libros nuevos de la editorial, de 3 escritores hispanoamericanos. Si no recuerdo mal los libros eran de un panameño, un costarricense y un argentino. Siento ser tan previsible: ganó el argentino.

En realidad el nombre de Elvio E. Gandolfo (Mendoza, 1947) era el único que me sonaba de los tres. Había leído su prólogo de los Cuentos completos de Fogwill y llegué a citar sus palabras aquí, cuando hablé de ese libro; y recuerdo que en aquel momento me llamó la atención que no supiera quién era, que no lo recordara de ninguna librería, ni de ninguna reseña en un periódico. La explicación era sencilla: la obra de Gandolfo no había llegado aún a España, a pesar de que al buscar en Internet (antes de comprar el libro) me encontré con una reseña de Dos mujeres firmada por el escritor Patricio Pron donde se afirma lo siguiente: “Elvio E. Gandolfo (Argentina, 1947), un escritor admirado por autores como Mario Levrero, Juan José Saer y Fogwill cuya obra es tan numerosa y extraordinaria que resulta difícil de creer que durante años se impidiese a los lectores españoles acceder a ella”. (ver AQUÍ); y por si esto fuese poco, también descubrí que Gandolfo había traducido al español a los dos grandes mitos de mi adolescencia: H. P. Lovecraft y Philip K. Dick (además de escribir un ensayo sobre este último). Después de esto no me quedó más remedio que dejar el ordenador, salir de casa, atravesar el Retiro y acercarme hasta la cuesta de Moyano, deseando que nadie hubiese hecho antes que yo el descubrimiento que movía mis pasos. Tuve suerte: la literatura nos interesa a 4, y los otros 3 no habían pasado aún por ese puesto de la cuesta de Moyano.

Dos mujeres está formado por dos novelas cortas o nouvelles o relatos largos, puesto que yo diría que en los Cuentos completos de Fogwill había relatos más largos que estas nouvelles y se llamaban relatos. Lo mismo da. La primera historia, Rete Carótida (firmada en 1980-1987) tiene unas 40 páginas, y la segunda, Escamas, piel (firmada en 1990-1991), unas 80.
Ambas son fantásticas y ambas parecen algo misóginas, sin consideramos misógino pensar que los protagonistas masculinos están solos y sobre ambos pesa la amenaza alarmante de dos mujeres nada convencionales. En Rete Carótida, el narrador anda “en una etapa de insensibilidad, pero no tanta como para que no me causase una leve irritación la perspectiva de que alguien me viera con semejante esperpento carnavalesco” (pág. 9). El esperpento carnavalesco no es otra que Rete Carótida, una mujer de 135 kilos, maquillaje excesivo, ropas estrafalarias y edad indefinida que empieza a acosar a nuestro narrador. La mujer se aparece en el bar, en el ómnibus…y comienza a entregar al protagonista sobres con fotos pornográficas, que éste trata de devolverle. “Con el tiempo llegué a pensar que lo de Rete Carótida había sido una empresa filosófica” (pág. 7), es la frase con la que empieza la nouvelle, la frase que trastoca una realidad vulgar (“Yo hacía varios meses que andaba solo, un poco taciturno, con costumbres sencillas como cumplir metódicamente con el trabajo, tener la sensibilidad reducida a cero, comer siempre en la misma mesa de la misma pizzería, ir a ver, metódicamente, las películas más comentadas”, pág 7), una realidad de clase media, de oficinista con pocas expectativas a quien sorprende de golpe la ruptura de lo real, para dejarlo, ya en la página 20, “al borde del abismo”: una aventura metafísica o filosófica.

En Escamas, piel una historia con un planteamiento parecido al de la nouvelle anterior se desarrolla en un espacio superior, separado por cortos capítulos, que permiten marcar las elipsis narrativas. Aquí la mujer también es una amenaza para un hombre joven de vida rutinaria, Berti (ahora la narración transcurre en tercera persona), pero la mujer no representa un miedo repulsivo sino una pulsión erótica difícil de eludir. Berti es el encargado, en la ferretería donde trabaja, de ir a media mañana a comprar los bollos del desayuno a la panadería de la calle. Allí se encontrará a diario con la mujer misteriosa, sobre la que recaen habladurías extrañas.

En esta novela corta la influencia de H. P. Lovecraft, en especial de su novela La sombra sobre Innsmouth, es notoria.
Aunque, en todo caso, habría que apuntar que si bien Escamas, piel en la temática se acerca a la de Lovecraft, no así en el estilo, mucho más contenido y sobrio en Gandolfo que en Lovecraft; porque Gandolfo juega a la literatura pulp con controladas herramientas puramente literarias (como por ejemplo sucede con Carlos Fuentes y su Aura) y Lovecraft crea un mundo propio de obsesiones, ajeno para él a cualquier idea de baja o alta cultura, con un lenguaje plagado de errores, cuya acumulación acaba creando el reconocible y magnífico estilo Lovecraft.

Dos mujeres es un libro feliz, literario y agradablemente pulp; pero de ese sabio estilo pulp del que se valen los grandes y secretos escritores del Cono Sur, como el mismo Levrero; un estilo pulp que trasciende a la baja cultura, al usarla –con respeto- para hablar de inquietudes, o de empresas filosóficas.
Me uno a Patricio Pron y como él espero que Dos mujeres sea el inicio de la publicación de todos los libros de Elvio E. Gandolfo en España.


6 comentarios:

  1. Hola David,

    Ya había ojeado/hojeado este libro pero lo volví a dejar en la estantería. Ahora me has convencido, me lo apunto, y espero que para su pronta lectura. Lo de la cuesta de Moyano creo que me voy a acercar en breve a ver si descubro de qué caseta se trata, aunque conozco un par de librerías de viejo también en Madrid que tienen novedades a muy buen precio y, como apuntas, me imagino que serán novelas vendidas por los redactores culturales de diversos medios.

    En cuanto a Periférica, el año pasado leí un libro de cuentos de un boliviano joven, del 79, Maximiliano Barrientos: Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer. Son cinco cuentos en torno al paso de la juventud a la madurez, de los sueños rotos y el pasado que, como es lógico, fue mejor. Me pareció un libro muy bueno, puede que uno de los mejores que leí a lo largo del año pasado. Creo que están haciendo un gran trabajo.

    Saludos.
    Carlos.

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  2. Hola Carlos:

    No digo el nombre del puesto de la cuesta de Moyano para tener prioridad en la búsqueda de novedades, ja, ja... Pero al final es fácil encontrarlo.
    Ayer casi caigo otra vez y compro "El cojo y el loco" de Bayle, nuevo y a mitad de precio. Pero me dije: tengo un montón acumulado para leer y este libro está en la biblioteca de Móstoles.

    Leí tu reseña de Barrientos y estuve pensando en leerlo. Pero otro amigo me dijo que no le gustó y ya me lo pensé.
    Me han hablado muy bien de otro boliviano: Rodrigo Hasbún, con unos cuentos publicados en Duomo. Esta en la biblio, tal vez lo lea.

    Sí, me ha gustado esta primera aproximación a Periférica. A ver si se animan con el resto de lo de Gandolfo, que es un escritor bastante reputado, al parecer, en Argentina.

    saludos
    David

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  3. Terminadas! Para serte sincero, ambas me decepcionaron un poco. Me quedo con las descripciones "eróticas" de Escamas, piel, y con los personajes secundarios, esos buenos amigos siempre listos para tomar una cerveza o un café.
    Sobre Periférica, he leído varios de sus libros de autores en español, y el mejor, de lejos, me ha parecido Trabajos del reino, de Yuri Herrera. Recomendabilísimo. Bueno, y Los pichiciegos, de tu querido Fogwill, también. Abrazo,
    Federico

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  4. Hola Federico:

    ¡Cada vez estás más malherido con las lecturas! Como dice Ernesto Calabuig en su crítica de este libro en El mundo: la segunda historia es mejor que la primera. En la primera me gusta ese aire de cotidianidad del bar, el compañero del trabajo y como el perdsonaje femenino rompe eso... quizás el final queda un poco raro. El segundo cuento, partiendo de lo mismo es mucho más redondo.

    Lo de Herrera lo acabaré mirando, y el de Los Pichiciegos ya lo leí hace años, publicado por Mondadori. Está bien.

    saludos

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  5. Hasbún es sumamente recomendable, David. Lo he leído hace poco y me ha encantado.
    Excelente reseña al libro de Gandolfo. Gracias a ella, buscaré el libro esta semana misma.

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  6. Hola anónimo:

    Espero que no le decpecione este libro; yo, siendo Gandolfo traductor de Lovecreft y de Philip K. Dick, ya iba de entrada casi vendido con él.

    Espero que Julián Rodríguez, el editor de Periférica, se alegre de esta labor de los blogs, porque en el encuentro de blogs literarios, al ver el vídeo de mi intervención no parecía que le hicieran mucha gracia mis palabras, ja, ja...

    saludos

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