domingo, 10 de septiembre de 2023

Cuentos completos 3, por Philip K. Dick



 Cuentos completos 3, de Philip K. Dick

Editorial Minotauro. 635 páginas. Relatos escritos entre 1953 y 1954; ésta edición es de 2020

Traducción de Eduardo G. Murillo. Prólogo de John Brunner.

 

En julio de 2021 leí Cuentos completos 1 de Philip K. Dick (Chicago, 1928 – Santa Ana, 1982), un autor del que en la adolescencia había leído muchas de sus novelas. En julio de 2022 me acerqué a los Cuentos completos 2 y ya instauré un ritual, al que he dado continuidad en 2023, leyendo los Cuentos completos 3. El volumen 1 reunía 25 cuentos, escritos entre 1951 y 1952; el segundo 27, escritos entre 1952 y 1953; y el tercero 23, escritos entre 1953 y 1954. Hemos de tener en cuenta que la primera novela de Dick, Lotería solar, no apareció hasta 1956; así que todos los cuentos de estos tres primeros volúmenes están escritos antes de haber empezado a escribir novelas, y fueron publicados en revistas de ciencia ficción y fantasía de la época.

 

Coto de caza es el primer cuento y en él un afamado profesor de física llega a su casa, trata de relajarse y al sentarse en el sofá ocurre esto: «Había un gran ojo en la ventana. Un ojo inmenso que escudriñaba la habitación y le examinaba. El ojo abarcaba toda la ventana.» (pág. 16) Empezará entonces una narración con elementos puramente Dick, que aparecerán luego en muchas de sus novelas: el protagonista empezará a dudar de los límites de la realidad y la paranoia de sentirse vigilado y perseguido le llevará a huir. El cuento acaba con un giro final que contiene un toque de humor. Esto es algo típico de esta primera etapa narrativa de Dick, dejar para los finales una sorpresa cómica que, en buena medida, estropean un tanto el cuento y que (imagino) eran del gusto de los lectores de revistas baratas de la época. Nada que enturbie demasiado el buen sabor de boca inicial, en cualquier caso.

 

El ahorcado también es un cuento paranoico sobre una persona que siente que el pueblo en el que vive ha cambiado: en una farola de la plaza hay un cuerpo colgado y a nadie, salvo a él mismo, parece llamarle la atención. Este es un cuento muy de aquella época en la que las películas de invasores del espacio en realidad hablaban del miedo a las ideas comunistas. Su intención es muy parecida a la del primer cuento, pero este segundo funciona mejor.

 

Peculiaridades de los ojos es un cuento mucho más corto que los anteriores. Un hombre lee un relato sobre una invasión extraterrestre y piensa que describe algo real. Este cuento es más flojo que los previos.

 

El hombre dorado es uno de los cuentos más famosos de este conjunto. En él aparecen por primera vez mutantes, que va a ser una de las obsesiones más claras de este volumen 3 de cuentos. En las páginas finales, se le indican al lector las fechas de escritura y publicación de cada cuento y, a veces, Dick explica el contexto en el que fue escrito el cuento o alguna característica de su recepción. Sobre El hombre dorado dice que los editores de revistas de la época querían relatos que presentaran a los mutantes como buenos y al mando de la situación. Su relato va a ser más ambiguo. Después de una guerra, la radioactividad ha hecho que nazcan mutantes con diversos poderes. La humanidad ha tratado de destruirlos porque los considera una amenaza, pero aún no se han encontrado con «el hombre dorado» que vive escondido en una granja, y que podría acabar con la humanidad tal y como la conocemos. Como suele ocurrir en Dick, el relato se convierte en una persecución paranoide; pero las reflexiones sobre el futuro de la humanidad hacen que esta composición destaque sobre los anteriores.

 

Y gira la rueda trata sobre un futuro posbélico en el que se ha instaurado una sociedad de castas, en las que los seres humanos buscan consuelo en sectas religiosas, mientras se enfrentan al azar. Me ha parecido un tanto confuso.

 

El último experto también trata de un mundo posbélico en el que la humanidad ha destruido a los robots contra los que tuvo que luchar en el pasado, pero en una pequeña comunidad –después de doscientos años– aún funciona un viejo robot capaz de organizar una sociedad. El relato gana en altura debido a su ambigüedad sobre si la existencia del robot es buena o no para una comunidad de personas. Es un gran relato.

 

El padre-cosa no es un relato de ciencia-ficción, sino de terror fantástico, en el que un niño percibe que su padre ha sido sustituido por algo que no es su padre. Es un relato muy a lo Stephen King y me gusta.

 

En Un extraño paraíso dejamos por primera vez La Tierra y la narración transcurre en un planeta lejano. Una nave espacial llega a un planeta con una vegetación similar a la de una selva terrestre y uno de los tripulantes empieza a explorarla. La gravedad y la atmósfera son similares a las de La Tierra. En este relato, como en muchos relatos barateros de la época, aparecerá una bella joven y el cuento pasará a ser levemente erótico, con chiste final. Aquí no está Dick en su mejor momento.

 

Tony y los escarabajos también transcurre en un planeta lejano y el protagonista, como en El padre-cosa, es un niño. El niño pertenece a una familia terráquea que ha colonizado otros planetas donde viven seres con caparazón. Las dos civilizaciones se encuentran en guerra, y el niño tendrá que aprender a soportar el peso del racismo por ser hijo de colonos. Es un cuento, como ocurre tantas veces en Dick, profundamente inverosímil, pero también imaginativo y poético y ha conseguido emocionarme. Es un buen cuento.

 

Null-O es un cuento sobre un niño psicópata, un mutante paranoico sin empatía, que entra a formar parte de una élite que podría acabar con la humanidad. Me ha parecido un cuento un tanto exagerado y me ha gustado menos que otros.

 

En Servir al amo un trabajador manual toma un atajo para acudir al trabajo. Desde un barranco oye una voz que pide ayuda. Se da cuenta que se trata de un robot semidestruido, que habían desaparecido en una guerra anterior. El trabajador está dispuesto a ayudarle. Me ha parecido uno de los mejores cuentos del conjunto.

 

En Pieza de colección volvemos a un relato paranoico sobre alteraciones de la realidad y la dificultad de distinguir lo que es real de lo que no lo es. Desde el futuro, un experto en el siglo XX está montando una exposición sobre este siglo, que tal vez se convierta en real para él.

 

En Los reptadores volvemos con los mutantes. Ahora son mutantes que se arrastran y cavan ciudades subterráneas. Este es uno de los más inquietantes y mejores relatos del libro.

 

En Campaña publicitaria un hombre vuelve a casa después del trabajo, desde Gamínedes a la Tierra, en su nave espacial, y le van asaltando anuncios publicitarios por el camino; en la tierra los robots-anuncio también le perseguirán por la calle. El colmo será cuando un robot se presente en su casa, como ayudante del hogar, y quiera hacerle las demostraciones de sus funciones, y no se irá hasta que lo compré. Según la nota final éste fue uno de los cuentos que peor fue aceptado por el público, porque acaba de un modo muy siniestro, pero a mí me parece un gran relato, una gran crítica al consumismo y a los excesos de la publicidad.

 

La estratagema es un relato sobre mutantes paranoicos, y sobre el control mental de la población con el miedo. Acaba siendo algo confuso y no me ha gustado demasiado.

 

Sobre la desolada Tierra es un relato que tiene más que ver con el terror que con la ciencia-ficción. Una joven tiene la capacidad de contactar con seres de otra dimensión, a la que acaba pasando, y su novio tratará de revertir la situación, con imprevisibles y paranoicas consecuencias, que alterarán toda la realidad.

 

Foster, estás muerto es un relato de corte más realista que los anteriores. En él, un niño vive angustiado porque su padre no quiere comprar un refugio casero para que proteja a la familia en caso de una posible guerra nuclear. Como ya hiciera George Orwell, Dick habla del control de la población a través del miedo a la guerra. Aquí no hay vuelta de tuerca final, donde Dick nos muestra una sorpresa a través de un chiste. Éste es un cuento mucho más maduro en ese sentido. Foster, estás muerto es uno de los cuentos más emocionantes y mejores del libro.

 

En La paga del duplicador los supervivientes de una guerra mundial se mueven entre las cenizas de la antigua civilización, sin saber construir nada. Pero a los pequeños grupos dispersos de personas les ayudan los biltong. «Eran nativos del sistema de Centauro, probablemente. Habían hecho acto de presencia en los últimos días de la guerra, atraídos por los destellos de las bombas H…, y encontraron los restos de la raza humana, que se arrastraba a través de la ceniza negra radiactiva y trataba de salvar todo lo posible de su civilización destruida.» (pág. 406). Los biltong tienen la capacidad de duplicar objetos, como coches, lavadoras…, pero sus vidas se están agotando y la humanidad tendrá que salir adelante por sus medios. Me ha encantado la libertad imaginativa de este relato.

 

Veterano de guerra, con sus 66 páginas es el relato más largo del conjunto y podríamos hablar ya de novela corta. Nos encontramos aquí con el Dick más desatado: paradojas de viajes en el tiempo, paranoias, persecuciones, engaños, una posible guerra… Un gran relato antibélico y antirracista.

 

La barrera de cromo es un relato político sobre la necesidad continúa de que el individuo se posicione en sociedad, por cuestiones sobre las que puede no tener una postura clara En esta fábula, los ciudadanos tienen que elegir entre su derecho a oler o la necesidad de extirparse las glándulas sudoríparas. Comparado con el nivel de otros cuentos, éste se queda más al nivel de la broma.

 

Desajuste es un cuento extraño sobre individuos que pueden miran la realidad de un modo esquizofrénico y cómo esta mirada puede acabar absorbiendo las realidades ajenas, una idea que Dick desarrollará en novelas como Ubik u Ojo en el cielo. Este relato contiene alguna imagen curiosa.

 

Un mundo de talentos es un nuevo relato sobre mutantes. El protagonista es hijo de dos mutantes, que tienen la capacidad de precognizar el futuro. Los padres aún no saben si el niño ha heredado algún poder especial. En este ecosistema de mutantes aparecerán también personas cuya capacidad será la de ser inmunes a los poderes de los mutantes. Es un cuento ambicioso, pero me ha gustado menos que otros similares.

 

¡Cura a mi hija, mutante! es, de nuevo, un cuento sobre una Tierra postapocalítica, donde una pareja trata de sanar a su hija enferma con la ayuda de una curandera mutante. Tanto en este relato como en el anterior, Dick introduce en la trama elementos sobre los viajes en el tiempo y los dos resultan un tanto confusos.

 

Como ocurre siempre con Philip K. Dick, su imaginación y la fuerza de sus ideas es muy superior a la calidad de su prosa –que es, en cualquier caso, eficiente–, y su capacidad para crear personajes. En este tercer volumen, he visto ya cuentos más maduros que en los anteriores (donde había también relatos muy buenos), en los que abandona el recurso un tanto barato de sorprender al lector con un final un tanto absurdo y bromista, y elegir finales más melancólicos o tremendos, que inciden en la hondura del relato.

Tengo ya ganas de llegar a los volúmenes cuatro y cinco, donde deben encontrarse los relatos más maduros de Dick, los que escribió en la misma época que sus grandes novelas. Igual que me ha ocurrido en los dos últimos veranos, he vuelto a disfrutar mucho en julio de 2023 con estos cuentos de Philip K. Dick.

No hay comentarios:

Publicar un comentario