Cuentos completos 3, de Philip K. Dick
Editorial Minotauro. 635 páginas.
Relatos escritos entre 1953 y 1954; ésta edición es de 2020
Traducción de Eduardo G. Murillo.
Prólogo de John Brunner.
En julio de 2021 leí Cuentos
completos 1 de Philip K. Dick
(Chicago, 1928 – Santa Ana, 1982), un autor del que en la adolescencia había
leído muchas de sus novelas. En julio de 2022 me acerqué a los Cuentos completos 2 y ya instauré un
ritual, al que he dado continuidad en 2023, leyendo los Cuentos completos 3. El volumen 1 reunía 25 cuentos, escritos entre
1951 y 1952; el segundo 27, escritos entre 1952 y 1953; y el tercero 23,
escritos entre 1953 y 1954. Hemos de tener en cuenta que la primera novela de
Dick, Lotería solar, no apareció hasta 1956; así que todos los
cuentos de estos tres primeros volúmenes están escritos antes de haber empezado
a escribir novelas, y fueron publicados en revistas de ciencia ficción y
fantasía de la época.
Coto de caza es el primer cuento y
en él un afamado profesor de física llega a su casa, trata de relajarse y al
sentarse en el sofá ocurre esto: «Había un gran ojo en la ventana. Un ojo
inmenso que escudriñaba la habitación y le examinaba. El ojo abarcaba toda la
ventana.» (pág. 16) Empezará entonces una narración con elementos puramente
Dick, que aparecerán luego en muchas de sus novelas: el protagonista empezará a
dudar de los límites de la realidad y la paranoia de sentirse vigilado y
perseguido le llevará a huir. El cuento acaba con un giro final que contiene un
toque de humor. Esto es algo típico de esta primera etapa narrativa de Dick,
dejar para los finales una sorpresa cómica que, en buena medida, estropean un
tanto el cuento y que (imagino) eran del gusto de los lectores de revistas
baratas de la época. Nada que enturbie demasiado el buen sabor de boca inicial,
en cualquier caso.
El ahorcado también es un cuento
paranoico sobre una persona que siente que el pueblo en el que vive ha
cambiado: en una farola de la plaza hay un cuerpo colgado y a nadie, salvo a él
mismo, parece llamarle la atención. Este es un cuento muy de aquella época en
la que las películas de invasores del espacio en realidad hablaban del miedo a
las ideas comunistas. Su intención es muy parecida a la del primer cuento, pero
este segundo funciona mejor.
Peculiaridades de los ojos es un
cuento mucho más corto que los anteriores. Un hombre lee un relato sobre una
invasión extraterrestre y piensa que describe algo real. Este cuento es más
flojo que los previos.
El hombre dorado es uno de los
cuentos más famosos de este conjunto. En él aparecen por primera vez mutantes,
que va a ser una de las obsesiones más claras de este volumen 3 de cuentos. En
las páginas finales, se le indican al lector las fechas de escritura y
publicación de cada cuento y, a veces, Dick explica el contexto en el que fue
escrito el cuento o alguna característica de su recepción. Sobre El hombre dorado dice que los editores
de revistas de la época querían relatos que presentaran a los mutantes como
buenos y al mando de la situación. Su relato va a ser más ambiguo. Después de
una guerra, la radioactividad ha hecho que nazcan mutantes con diversos
poderes. La humanidad ha tratado de destruirlos porque los considera una
amenaza, pero aún no se han encontrado con «el hombre dorado» que vive escondido
en una granja, y que podría acabar con la humanidad tal y como la conocemos.
Como suele ocurrir en Dick, el relato se convierte en una persecución
paranoide; pero las reflexiones sobre el futuro de la humanidad hacen que esta
composición destaque sobre los anteriores.
Y gira la rueda trata sobre un
futuro posbélico en el que se ha instaurado una sociedad de castas, en las que
los seres humanos buscan consuelo en sectas religiosas, mientras se enfrentan
al azar. Me ha parecido un tanto confuso.
El último experto también trata de
un mundo posbélico en el que la humanidad ha destruido a los robots contra los
que tuvo que luchar en el pasado, pero en una pequeña comunidad –después de
doscientos años– aún funciona un viejo robot capaz de organizar una sociedad.
El relato gana en altura debido a su ambigüedad sobre si la existencia del
robot es buena o no para una comunidad de personas. Es un gran relato.
El padre-cosa no es un relato de
ciencia-ficción, sino de terror fantástico, en el que un niño percibe que su padre
ha sido sustituido por algo que no es su padre. Es un relato muy a lo Stephen King y me gusta.
En Un extraño paraíso dejamos por
primera vez La Tierra y la narración transcurre en un planeta lejano. Una nave
espacial llega a un planeta con una vegetación similar a la de una selva
terrestre y uno de los tripulantes empieza a explorarla. La gravedad y la
atmósfera son similares a las de La Tierra. En este relato, como en muchos
relatos barateros de la época, aparecerá una bella joven y el cuento pasará a
ser levemente erótico, con chiste final. Aquí no está Dick en su mejor momento.
Tony y los escarabajos también transcurre
en un planeta lejano y el protagonista, como en El padre-cosa, es un niño. El niño pertenece a una familia
terráquea que ha colonizado otros planetas donde viven seres con caparazón. Las
dos civilizaciones se encuentran en guerra, y el niño tendrá que aprender a
soportar el peso del racismo por ser hijo de colonos. Es un cuento, como ocurre
tantas veces en Dick, profundamente inverosímil, pero también imaginativo y
poético y ha conseguido emocionarme. Es un buen cuento.
Null-O es un cuento sobre un niño
psicópata, un mutante paranoico sin empatía, que entra a formar parte de una
élite que podría acabar con la humanidad. Me ha parecido un cuento un tanto
exagerado y me ha gustado menos que otros.
En Servir al amo un trabajador manual
toma un atajo para acudir al trabajo. Desde un barranco oye una voz que pide
ayuda. Se da cuenta que se trata de un robot semidestruido, que habían desaparecido
en una guerra anterior. El trabajador está dispuesto a ayudarle. Me ha parecido
uno de los mejores cuentos del conjunto.
En Pieza de colección volvemos a un
relato paranoico sobre alteraciones de la realidad y la dificultad de
distinguir lo que es real de lo que no lo es. Desde el futuro, un experto en el
siglo XX está montando una exposición sobre este siglo, que tal vez se
convierta en real para él.
En Los reptadores volvemos con los
mutantes. Ahora son mutantes que se arrastran y cavan ciudades subterráneas.
Este es uno de los más inquietantes y mejores relatos del libro.
En Campaña publicitaria un hombre
vuelve a casa después del trabajo, desde Gamínedes a la Tierra, en su nave
espacial, y le van asaltando anuncios publicitarios por el camino; en la tierra
los robots-anuncio también le perseguirán por la calle. El colmo será cuando un
robot se presente en su casa, como ayudante del hogar, y quiera hacerle las
demostraciones de sus funciones, y no se irá hasta que lo compré. Según la nota
final éste fue uno de los cuentos que peor fue aceptado por el público, porque
acaba de un modo muy siniestro, pero a mí me parece un gran relato, una gran crítica
al consumismo y a los excesos de la publicidad.
La estratagema es un relato sobre
mutantes paranoicos, y sobre el control mental de la población con el miedo.
Acaba siendo algo confuso y no me ha gustado demasiado.
Sobre la desolada Tierra es un relato
que tiene más que ver con el terror que con la ciencia-ficción. Una joven tiene
la capacidad de contactar con seres de otra dimensión, a la que acaba pasando,
y su novio tratará de revertir la situación, con imprevisibles y paranoicas
consecuencias, que alterarán toda la realidad.
Foster, estás muerto es un relato de
corte más realista que los anteriores. En él, un niño vive angustiado porque su
padre no quiere comprar un refugio casero para que proteja a la familia en caso
de una posible guerra nuclear. Como ya hiciera George Orwell, Dick habla del control de la población a través del
miedo a la guerra. Aquí no hay vuelta de tuerca final, donde Dick nos muestra
una sorpresa a través de un chiste. Éste es un cuento mucho más maduro en ese
sentido. Foster, estás muerto es uno de los cuentos más emocionantes y
mejores del libro.
En La paga del duplicador los
supervivientes de una guerra mundial se mueven entre las cenizas de la antigua
civilización, sin saber construir nada. Pero a los pequeños grupos dispersos de
personas les ayudan los biltong. «Eran nativos del sistema de Centauro,
probablemente. Habían hecho acto de presencia en los últimos días de la guerra,
atraídos por los destellos de las bombas H…, y encontraron los restos de la
raza humana, que se arrastraba a través de la ceniza negra radiactiva y trataba
de salvar todo lo posible de su civilización destruida.» (pág. 406). Los
biltong tienen la capacidad de duplicar objetos, como coches, lavadoras…, pero
sus vidas se están agotando y la humanidad tendrá que salir adelante por sus
medios. Me ha encantado la libertad imaginativa de este relato.
Veterano de guerra, con sus 66
páginas es el relato más largo del conjunto y podríamos hablar ya de novela
corta. Nos encontramos aquí con el Dick más desatado: paradojas de viajes en el
tiempo, paranoias, persecuciones, engaños, una posible guerra… Un gran relato
antibélico y antirracista.
La barrera de cromo es un relato
político sobre la necesidad continúa de que el individuo se posicione en
sociedad, por cuestiones sobre las que puede no tener una postura clara En esta
fábula, los ciudadanos tienen que elegir entre su derecho a oler o la necesidad
de extirparse las glándulas sudoríparas. Comparado con el nivel de otros
cuentos, éste se queda más al nivel de la broma.
Desajuste es un cuento extraño sobre
individuos que pueden miran la realidad de un modo esquizofrénico y cómo esta
mirada puede acabar absorbiendo las realidades ajenas, una idea que Dick
desarrollará en novelas como Ubik u Ojo en el cielo. Este
relato contiene alguna imagen curiosa.
Un mundo de talentos es un nuevo
relato sobre mutantes. El protagonista es hijo de dos mutantes, que tienen la
capacidad de precognizar el futuro. Los padres aún no saben si el niño ha
heredado algún poder especial. En este ecosistema de mutantes aparecerán
también personas cuya capacidad será la de ser inmunes a los poderes de los
mutantes. Es un cuento ambicioso, pero me ha gustado menos que otros similares.
¡Cura a mi hija, mutante! es, de
nuevo, un cuento sobre una Tierra postapocalítica, donde una pareja trata de
sanar a su hija enferma con la ayuda de una curandera mutante. Tanto en este
relato como en el anterior, Dick introduce en la trama elementos sobre los
viajes en el tiempo y los dos resultan un tanto confusos.
Como ocurre siempre con Philip K. Dick,
su imaginación y la fuerza de sus ideas es muy superior a la calidad de su
prosa –que es, en cualquier caso, eficiente–, y su capacidad para crear
personajes. En este tercer volumen, he visto ya cuentos más maduros que en los
anteriores (donde había también relatos muy buenos), en los que abandona el
recurso un tanto barato de sorprender al lector con un final un tanto absurdo y
bromista, y elegir finales más melancólicos o tremendos, que inciden en la
hondura del relato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario