domingo, 3 de junio de 2012

Cuentos completos, por Juan Carlos Onetti

Editorial Alfaguara. 536 páginas. 1ª edición de los cuentos desde 1933 hasta 1994. Esta edición es de 2009.
Prólogo de Antonio Muñoz Molina.

El primer libro que leí de Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909-Madrid, 1994) fue Dejemos hablar al viento (1979), en una fea edición de quiosco, con la letra apretada, que encontré en la biblioteca de Móstoles, allá por el año 1995, no mucho después de que hubiera dejado de ser casi en exclusiva un lector de ciencia-ficción y terror. Tengo el recuerdo de que me costaba penetrar en las claves de lo que leía. Era como si, de un libro de 700 páginas, me hubieran dado un fragmento aleatorio; por ejemplo, las páginas de la historia que iban de la 300 a la 570. Y recuerdo también con intensidad, a pesar de la dificultad que planteaba el texto, el deslumbramiento con que me acercaba a la musical prosa que proponía la novela; quizás aquellas páginas eran las que estaban mejor adjetivadas de todas las que había leído en mi vida. Dos meses después saqué de la biblioteca El pozo (1939), que se considera la primera novela moderna hispanoamericana. Y de esta recuerdo su sequedad, su desolación, su triste visión del ser humano, tan entroncada con el existencialismo francés de Albert Camus o Jean Paul Sartre.

Me resulta extraño pensar que no volví con Onetti hasta 12 años después, cuando leí seguidas tres de sus obras. La primera fue Cuando ya no importe (1993), su última novela publicada, que no me pareció tan potente como las dos que tenía en el recuerdo. Le siguió Juntacadáveres (1964), y aquí sí tuve de nuevo la sensación de encontrarme ante uno de los más grandes escritores hispanoamericanos. Estas dos novelas llevaban años descansando en mi estantería de inleídos. Para la tercera acudí de nuevo a la biblioteca de Móstoles y saqué El astillero (1961). Y aquí he de reconocer que experimenté ya un hartazgo de la prosa densa y detenida de Onetti. En algún momento tendré que darle una nueva oportunidad a este libro.
Además de que habían transcurrido 12 años entre mi primer acercamiento a Onetti y el segundo, tenía la sensación de que el mundo que había creado, Santa María, se me estaba escapando: no conseguía ubicar a los personajes que se repetían de un libro a otro.

Y sabía que lo siguiente que debía leer de Onetti era o bien su novela La vida breve (1950), donde se inicia el faulkneriano ciclo de Santa María, o el volumen de sus Cuentos completos. Ganó el segundo, aunque han pasado de nuevo 5 años.

El primer cuento de este volumen se titula Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo (1933), y está escrito por un Onetti que como mucho contaba con 24 años. En él ya encontramos algunas de las claves de su obra: el hombre ensimismado que prefiere soñarse a sí mismo antes que afrontar la derrota de la vida (en este caso un sueño literario) y la densidad de la prosa que hace que el lector tenga que estar atento a cada detalle para no perderse las claves de lo contado (empecé a leer este cuento en un bar tomando un café y lo tuve que volver a empezar pasadas unas páginas).
Le sigue un cuento bastante cifrado, El obstáculo (1935), y tras algunos acercamientos intrascendentes al género negro, como los cuentos El fin trágico de Alfredo Plumet (1939) o Crimen perfecto (1940), en la página 71 llegamos a la primera obra maestra de este conjunto: Un sueño realizado (1941), sobre un promotor de teatro que recibe el encargo de recrear en escena el sueño de una extraña mujer.
Poco después, en la página 92 nos encontramos con otro de mis cuentos favoritos de este volumen, el titulado Bienvenido, Bob (1944): una sutil narración sobre el fin de la juventud y el comienzo de la venganza, con dos páginas finales que he leído varias veces, como si estuviese ante un libro de poemas. Termina así: “Y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables” (pág. 100).

Leyendo cuentos como Bienvenido, Bob aturde pensar que Onetti afirmaba que no corregía lo que escribía: “Yo no corrijo, porque no sé escribir mal”, una frase que parecería de una soberbia inaudita en la boca de casi cualquier escritor, pero que sin embargo en Onetti (un Onetti que no ha sido tan leído como sus compañeros del boom Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa, y en realidad esto se ha debido seguramente no a tener una calidad inferior a ellos sino a un mayor grado de hermetismo y a una narrativa más desolada) se pueden leer con admiración y naturalidad.

Los dos cuentos que he destacado también los nombra Antonio Muñoz Molina, en su entusiasta prólogo, entre sus preferidos. No comparto, sin embargo, su elección de La casa en la arena (1949), ya que aunque en él aparece por primera vez Santa María y alguno de sus habitantes, como el doctor Díaz Grey (algo que va a ser habitual en los restantes cuentos del libro), la densidad y el nivel de significados no accesibles de la narración se me han hecho excesivos.
Me han gustado más algunos cuentos de los que no había oído hablar nunca y que me han parecido de intencionalidad más clara, como Regreso al sur (1946) o Esbjerg en la costa (1946).
Hablando del hermetismo o la claridad, he disfrutado bastante más de la novela corta La cara de la desgracia (1960) que del cuento previo La larga historia (1944), siendo aquella una versión extendida de este cuento, una versión donde los elementos en juego quedan más a la vista y el lector puede penetrar de forma más precisa en las claves de lo narrado.

Voy a destacar también la grata sorpresa que ha sido la novela corta Jacob y el otro (1961), que creo que contiene en una frase una de las claves de la obra de Onetti: “Recordó a Van Oppen joven, o por lo menos aún no envejecido; pensó en Europa y en los Estados, en el verdadero mundo perdido: trató de convencerse de que Van Oppen era tan responsable del paso de los años, de la decadencia y la repugnante vejez, como de un vicio que hubiera adquirido y aceptado” (pág. 261); y en esa decadencia y repugnante vejez se encuentra uno de los puntales de la escritura de Onetti, plagada de hombres de mediana edad que miran con envidia a jóvenes, que pueden disfrutar del encanto de las muchachas en flor, o directamente a chicas, a veces casi niñas, con un detenimiento imposible.

El que, según Mario Vargas Llosa, es el mejor cuento de Onetti y también el mejor cuento de la literatura en español, El infierno tan temido (1957), lo he leído dos veces. Una al alcanzar la página 190, cuando correspondía, y otra vez al finalizar las 536 del libro, porque la primera lectura de sus 16 páginas tuve que realizarla con dos cortes, con varias horas entre los 3 fragmentos leídos, y me había quedado con la sensación de que no había disfrutado de ese relato como debería.
Al finalizar el libro he vuelto a él y lo he leído de seguido: ha sido otro cuento. Deslumbrante. Y más después de haber leído las últimas composiciones de esta obra: a partir de la página 421, del cuento Los amigos (1979) o quizás un poco antes, las narraciones tienden a disminuir su número de páginas y también a perder calidad, como si Onetti hubiese sido víctima de un notable agotamiento creativo. El cambio de escenario (en la página 413 aparece Madrid) y la nueva temática –la del exilio y la denuncia de la dictadura– no consiguen renovar el talento de Onetti. En realidad, y como ya he apuntado, lo he sentido con más fuerza al releer El infierno tan temido, parece falso que alguien que escribe cuentos nada más que correctos –o incluso mediocres, como Tu me dai la cosa me, io te do la cosa te (1994) o Maldita primavera (1994)– haya podido escribir obras maestras como Bienvenido, Bob, Un sueño realizado o Jacob y el otro.
En todo caso, a pesar de estos altibajos comentados, estos Cuentos completos contienen algunas de las mejores páginas que he leído en mucho tiempo, algunos de los mejores cuentos con los que me he encontrado.

Mientras leía estos Cuentos completos me pasé una tarde por la librería de segunda mano Ábaco, en la calle Raimundo Fernández Villaverde, y compré dos libros: Los adioses (1954), que según Antonio Muñoz Molina es para muchos la obra maestra de Onetti, y que es –de nuevo según Muñoz Molina– una de las dos o tres mejores novelas cortas que se han escrito en español. Y La muerte y la niña (1973), novela corta contenida en estos Cuentos completos, y que me apeteció tener porque esta que compré es la primera edición de 1973, de la editorial argentina Corregidor, está muy bien conservada y por 9 euros me apeteció darme un capricho de bibliófilo.

Así que por ahora tengo pendiente de nuevo con Onetti Los adioses y La vida breve.

Después de casi tres años escribiendo sobre libros en este blog, ya era hora de que hablara del que considero uno de los más grandes escritores en español del siglo XX: Bienvenido, Onetti.

50 comentarios:

  1. Hola David, tienes razón en la falta (injusta) de valoración de Onetti respecto de los otros autores del boom. La explicación me parece que está en la dificultad de su lenguaje, y, sobre todo, de su densidad conceptual. Parece que sólo intelectuales y escritores lo reivindican, pero lo cierto es que la aproximación a su obra me parece que exige una madurez lectora e interpretativa que, justamente, no han hecho de él un autor universal (del tipo Vargas Llosa, o García Márquez). Yo misma, como alumna de Filologia, encontraba arduos e intricados sus textos (leí El astillero y Cuando ya no importe en esos años)y sólo pude acceder a una mayor comprensión y disfrute a través del análisis literario. Por ese "elitismo" conceptual, tan personal, es también una joya que se degusta con placer de "gourmet". Me has convencido plenamente para volver a sus relatos, que los tengo pendientes.
    Saludos

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  2. Hola:

    Sobre este tema de desvalorización en el boom de Onetti respecto a García Márquez o Vargas Llosa habló Fresán en la Casa de América, en aquella charla de la noche de los Libros.

    A veces hay que empezar a leer estos cuentos dos veces, pero como digo en la entrada este libro tiene relatos impresionantes, de lo mejor que se puede leer.

    De hecho, creo que este libro de Cuentos completos es el mejor libro de Onetti que he leído.

    Ahora ha sacado Mondadori Los Cuentos completos de García Márquez, creo que lo acabaré leyendo. También fui muy fan de Gabo, y me gustaría volver a leerlo. Además, como leí casi todas sus novelas, y de cuentos sólo he leído 1 libro (este volumen tiene 4), casi todas las páginas serán nuevas para mí.

    saludos

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  3. Hola David,

    Onetti es, sin duda, uno de los mejores y más infravalorados escritores hispanoamericanos. El pozo me pareció simplemente brillante, ese existencialismo da hasta miedo. Recuero un pasaje del libro en el que el protagonista se halla tumbado en la cama y la vida "le pasaba" a los lados, sin rozarle. Creo que son poco más de cien páginas de pura literatura.

    Antes calló en mis manos El astillero, y después Juntacadáveres y los cuentos completos que, sin embargo, solo he leído unos pocos (además tengo la edición antigua de alfaguara). Ahora me han entrado ganas de retomarlos y de leer, al fin, La vida breve.

    En cuanto a la firma de la feria (ya aprovecho) me hubiera encantado conocerte y charlar un rato de libros, de verdad, pero lamentablemente ahora vivo lejos de la capital. Quizás en otra ocasión tendremos la oportunidad.

    Abrazos,
    Carlos.

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  4. Hola Carlos:

    Yo no sé si Onetti está infravalorado, quizás se trate más bien de un escritor muy valorado pero menos leído que otros igualmente valorados, por las dificultades de lectura que hemos comentado y por su visión hondamente pesimista del ser humano; quizás los personajes sin posibilidad de redención hacen que llegue a un público menos amplio.

    Yo El pozo casi no lo recuerdo, pero sí recuerdo la impresión que me causó: no era un buen momento para mí y leer libros como aquel remarcaban el pesimismo vital que yo tenía a los 20 años. No sé si me hacía bien aquello, a la larga creo que sí, me sentí menos solo y me dio una visión más crítica de cuanto me rodeaba.
    Y el pesimismo de Onetti siempre es salvado, en todo caso, por la fuerza y la poesía de la prosa.

    He hojeado la edición antigua de Alfaguara de los Cuentos completos, y me parece que la única diferencia es que la nueva tiene al final algunos fragmentos añadidos (cuentos o iniciones de novelas sin acabar) y algún cuento inédito (muy menor). La verdad es que esas páginas últimas eran de las que menos merecían la pena del libro. Lo mejor está sin duda en la edición que tú tienes. Y repido lo que ya he dicho: para mí, de los seis libros de Onetti que llevo el de los Cuentos Completos es el mejor.
    Y digo más: quizás sea este uno de los libros en español más importantes del siglo XX.

    Yo también tengo que ponerme con La vida breve.

    Muchas gracias por comentar lo de la feria. En todo caso, a ver si alguna vez que te pases por Madrid conseguimos quedar y tomar un café. A mí también me gustaría conocerte.

    Abrazos
    David

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  5. Uff, releyendo mi comentario he visto un "calló" de "caer" que me ha hecho daño a la vista, perdón.

    Sí, quizás infravalorado no era la palabra, dejémoslo en menos leído, o más autor de culto que de Boom.

    Lo que comentas de El pozo es prácticamente idéntico a lo que me sucedió a mi. 20 años, ideas poco claras con respecto a tu futuro, tener la sensación de que el resto de la gente está muy contenta con lo que hace y tú encontrándote perdido leyendo El extranjero, La náusea, El pozo... y sentirte un poco menos solo y algo menos incomprendido; creo que a la larga sí que ayuda.

    Lo del café dalo por hecho.

    Abrazos.

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  6. Hola Carlos:

    No te preocupes por tu calló (no quedo muy bien al decirlo: no he había dado cuenta)

    ¿El extranjero, La naúsea, El pozo? Creo que teníamos al mismo librero a los 20 años... en mi caso añádele a Bukowski y a Dostoyeski (que me imagino que compartirás), y creo que ya tenemos el cóctel explosivo...
    Y además si leía algo con trasfondo alegre pensaba que me estaban engañando...

    abrazos

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  7. ¿Por qué odio a Onetti? Lo odio porque me hizo adentrarme en un mundo fabuloso, en unos relatos algo complicados, pero que resultaban geniales, pero cual sería mi decepción de descubrir que todo era un plagio, personajes, localidades, diálogos, penalidades, infortunios, hasta un Diaz Grey y un Hightower , TODO, un imitador de WillIam Faulkner, nada más, es justo que sea infravalorado, es más debería desaparecer de todas las librerías, es más, existe una afirmación radical de que toda la Filosofía de Occidente es un pie de página a la de Platón, claro es exagerado, pero hay algo de cierto, lo mismo, Toda la literatura latinoamericana y su “Crash”, que no un Boom es una serie de escritores sin mayor talento tratando de parecerse a Faulkner y/o Heminhway y ENGAÑANDO a todos y a ellos mismos, y dándose premios de simpatía de complicidad

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    1. Hola Mikel:

      Desde luego "odiar" me parece un término desproporcionado en este contexto.

      Entonces, cuando se dé cuenta de que Faulkner procede de Thomas Wolfe, de Sherwood Anderson o de Twain ¿va a odiar a Faulkner y se va a olvidar de lo que le gusta ahora?

      saludos

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  8. Sin duda, no me gusta ser engañado, creo que a nadie, y eso vale para todo, por otro lado tampoco soy un antagonista nato, allá cada quién, con sus asuntos, además como dice Bryce Echenique, a los amigos se les perdona todo aunque joda
    A los autores que menciona los he leído, y no encuentro nada tan evidente ni de lejos, además el mismo Faulkner admite muchas influencias, Balzac por decir, lo que me provoca algo de risa es que los escritores del “Boom” en vez de tomarse tantas molestias en su proceso de “creación” debieron formar un club de fans de Faulkner

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  9. Hola David, este es mi primer comentario en tu blog que descubrí no hace mucho, y que leo en silencio, me gusta tu aproximación a los libros, es muy genuino, alejado de poses típicas de críticos, que terminan hablando más de sí mismos y de su erudición que de los libros objetos de su crítica, en fin... A mí con Onetti (Los Adioses, el primer libro que léi de él) me pasó lo mismo que más tarde me pasó con lo primero que leí de Saer (El Entenado) y que ahora me está pasando con Zama de Di Benedetto. En los tres casos el disfrute pleno lo encontré casi hacia el final del libro, siempre apareció primero el arrullo de la prosa sino poética (con variaciones en cada caso) sí muy atenta al ritmo, a la elección de las palabras, a la musicalidad del texto, para recién después empezar a asomar el sentido y la belleza plena del libro. De todos modos, Di Benedetto es, por lo pronto (no llegué al final aún), un hueso más duro de roer, es más esquivo y juega más, desafía más al lector, hasta provoca más, en fin, te hablé de tres que sé que leíste y son para mí de las mejores plumas del río de la plata de todos los tiempos, sobre todo para quienes valoramos la belleza, la búsqueda poética en la escritura. Gran abrazo!

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    1. Hola Lisandro:

      Bienvenido a este espacio.
      Creo que los libros de los que hablas hay que leerlos con calma, disfrutando plenamente del lenguaje. Una vez leí tres libros seguidos de Onetti y quizás fue demasiada intensa la experiencia.

      Este año que entra me gustaría volver con Onetti y Saer al menos. Del Río de la Plata es posible que añada a José Bianco, por ejemplo.

      Gracias por tus palabras sobre el blog.
      Un abrazo

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  10. Criptomnesia esa es la palabra que define bien a este autor

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  11. Hola Mikel: que equivocado estas con respecto a Onetti y a los autores del boom. Como dice Vargas Llosa ningún autor es una isla todos tienen maestros e influencias, Onetti lo que hizo fue tomar lo mejor de Faulkner y crear su propio universo.
    Si como tu dices Onetti fuera una imitación de Faulkner no seria considerado por muchos el mejor escritor de la lengua española.

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  12. Hola Anónimo:

    Siempre me pareció que las opiniones de Mikel sobre el boom hispanoamericano eran una exageración. Ni Vargas Llosa, ni Onetti, ni García Márquez... nadie tenía el don. Bueno.

    Saludos

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    1. Hola David: quiero felicitarte por tu blog, aprovecho para comentar que este año 2014 se celebran los 20 años del fallecimiento de Onetti y en España han preparado distintas actividades y homenajes, conversatorios, seminarios, estudio de su obra, etc.
      Quiero recordar lo que ha dicho Caballero Bonald para el Onetti es el mejor escritor de la lengua española de los últimos 50 años.
      También el critico literario Ignacio Echevarria cree que la obra de Onetti con el tiempo será mas importante que la de Borges, creo que estas opiniones son palabras mayores.
      La obra de Onetti es genial y universal y esta al mismo nivel que la de Cervantes, Shakespeare, o Víctor Hugo.
      Es mi humilde opinión.

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    2. Hola Pablo:

      Tengo en casa todavía pendiente una novela de Onetti, a ver si me pongo pronto con ella, y leo de la biblioteca "La vida breve", que me espera desde hace tiempo.

      Esperemos que el aniversario traiga más lectores para este gran escritor.
      Saludos

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  13. David. Tanto tiempo. Siempre que necesito alguna experiencia de lectura acudo a tu blog como referencia. En general no dejo comentarios, pero tus reseñas (a veces son más que reseñas porque en algunas ocasiones describes el momento de tu vida en el que estabas leyendo tal cosa y tu experiencia singular con tal texto, y eso lo hace todo mucho más rico e interesante) me sirven mucho de pretexto para tomar determinado libro (aunque no me condiciona en absoluto el valor que les puedas dar) e ir construyendo mi potencial universo de lectura que para mi fantasía es infinito e inacabable como los libros y para mi realidad una cruda biblioteca posible que los ratos de ocio y libertad me darán hasta mi última bocanada de vida. Ahora estoy tocando la maravillosa pluma de Onetti. Y digo que la estoy tocando porque mientras leo "La vida breve" sin querer también, salvando distancias estilísticas y calidades disimiles, empiezo como empujado por él a escribir utilizando recursos que desde algún sitio Juan Carlos me inspira con su influencia tácita o expresa. Muchos saludos

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    1. Hola Javi:

      Espero que disfrutes mucho de Onetti, pero ten cuidado con las influencias, que es una autor en apariencia muy fácil de imitar y eso se puede acabar notando.

      Saludos

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  14. Hola David: como gran admirador que soy de Onetti, aquí te paso los comentarios que hacen algunos grandes escritores. (Mi nombre es Pablo como hago para ponerlo en los comentarios.)
    Julio Cortázar: es el mas grande novelista latinoamericano.

    Octavio Paz: es uno de los grandes escritores de nuestra lengua.

    Mario Vargas Llosa: es uno de los grandes escritores modernos, su literatura esta a la altura de los grandes narradores del siglo XX.

    Juan Rulfo: es un escritor fundamental.

    Caballero Bonald: es el mejor escritor de la lengua española de los últimos 50 años.

    Muñoz Molina: para mi es el mejor de todos, fue un genio.

    Ernesto Sábato: Onetti es universal.

    Carlos Fuentes: es un grandísimo escritor

    Ignacio Echevarría: su obra con el tiempo será mas vigente que la de Borges


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    1. Hola Pablo:

      Muchas gracias por la lista de elogios de Onetti. A mí no me cabe duda de que es uno de los grandes escritores del siglo XX.
      A ver si este nuevo curso leo más libros de él.

      Un saludo

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  15. q tipo de narrador es de cuento crimen perfecto?

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    1. Estimado anónimo:

      Me gustaría comentarle varios asuntos. Lo primero que tendrá que tener en cuenta al entrar en un espacio en el que se habla de libros es que debe respetar las mismas reglas que se suelen exigir en la convivencia normal entre personas. Es decir, si usted llega a mi espacio a pedir un favor tendrá, al menos, que saludar, presentarse, y pedir las cosas por favor.

      Seguidamente si acude a un espacio donde se habla de libros tendrá que tener en cuenta que aquí amamos al idioma, así que después de las normas de educación básicas usted debería cumplir con unas normas elementales de ortografía y gramática. Le explico: la frase: “q tipo de narrador es de cuento crimen perfecto?” se escribe en realidad: “¿Qué tipo de narrador es el del cuento “Crimen perfecto”?

      En realidad tendría que haber escrito algo como esto:

      Buenas tardes, mi nombre es Juan Pérez y soy un estudiante de bachillerato en Buenos Aires. Me dirigía a usted para preguntarle algo sobre la obra del ínclito Juan Carlos Onetti. La pregunta sería: “¿Qué tipo de narrador es el del cuento “Crimen perfecto”?

      Muchas gracias por su tiempo y por su interés en ayudarme.
      Atentamente
      Juan Pérez

      Entonces, estimado Juan, yo te hubiera contestado que esa pregunta seguramente se la ha hecho un profesor de literatura que deseaba que usted leyese ese cuento de Onetti y, una vez leído, que reflexionara sobre él, siguiendo los parámetros que habrá aprendido en sus clases. Como yo también soy profesor, siento respeto por mi gremio y he de comentarle que tengo por costumbre no hacer los deberes del colegio de desconocidos. Así que habré de pedirle que haga usted sus deberes del colegio en vez de intentar que se los hagan desconocidos por internet. Es decir, usted piensa que en vez de leer un cuento de Onetti y contestar a las preguntas que le hace su profesor sobre él, un cualquiera del otro lado del mundo va a volver a leer el cuento por usted y le va a hacer los deberes. Si alguien le contó que la globalización era eso, se equivocó. En realidad no es eso.

      Le recomiendo que lea ese estupendo cuento de Onetti (aunque los tiene mejores), y si no tiene el cuento seguro que lo encuentra en internet (yo no soy partidario del pirateo, pero en este caso puntual, para salir de un apuro escolar, imagino que no tiene mucha importancia), y después si no tiene los apuntes que seguramente le dio su profesor sobre tipos de narradores, lo puede buscar en google, donde imagino que habrá mucha información sobre el tema, o bien puede buscar en la biblioteca más cercana a su casa algún texto de teoría literaria.

      Espero que mi respuesta le haya servido de ayuda.
      Atentamente
      David Pérez

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  16. Es imprescindible que leas La vida breve para comprender mejor ese primer libro que por lo que veo te abrió puertas pero dejó sus ventanas cerradas, Dejemos hablar al viento. Saludos.

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    1. Hola Vero:

      "La vida breve" es el típico libro que estado muchas veces a punto de leer, y que siempre quiero leer y que voy posponiendo. Pero seguro, seguro que acabaré comentando por aquí ese libro, y cuando lo haga quizás vuelva a leer "Dejemos hablar al viento" y cobrará todo su sentido entonces.

      Saludos

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  17. Hola David. Una entrada muy interesante. Recién comencé a leer a Onetti y estoy disfrutando mucho. Poco a poco me gustaría leer sus obras completas. Saludos.

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    1. Hola Francisco:

      Hace poco he leído "Los adioses", una magistral novela corta. A ver si cuelgo la reseña en el blog.

      Y sí, yo también quiero leer las obras completas de Onetti.

      Saludos

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  18. Hola David: como se que admiras a Onetti igual que yo, y para todos los onettianos de tu blog aquí les dejo algunos fragmentos de la entrevista que la revista Arcadia le hizo a Mario Vargas Llosa y en la que habla de algunas obras de Onetti.
    El titulo del articulo es un Autor en busca de otro.

    Hay tres cuentos de Onetti —“El infierno tan temido”, “Bienvenido, Bob”, “Un sueño realizado”— que usted califica como obras maestras. ¿Qué le llama más la atención del Onetti cuentista, y, sobre todo, de “El infierno tan temido”?

    La economía de palabras, la precisión. Creo que en estos cuentos mencionados alcanzó una maestría absoluta. “El infierno tan temido” es un cuento maravilloso, quizás el cuento más extraordinario que se ha escrito en español. Es un cuento de una complejidad, de una profundidad, que al mismo tiempo lo puedes leer como una historia detectivesca. Es un cuento que siempre te va inquietando porque descubres que detrás de esa historia un poco truculenta hay algo muchísimo más complejo. Yo creo que es una de las historias sobre la noción del mal más perfectas que he leído.

    La vida breve fue el gran salto de Onetti en su carrera literaria. ¿Cuál es la importancia de esta novela que apareció en 1950, casi diez años antes que las grandes novelas inaugurales del boom, y ha pasado más bien sin pena ni gloria?

    Desde un punto de vista cronológico, yo diría que es la primera novela moderna que se escribe en lengua española. Ni siquiera en España hay una novela comparable en 1950. Si uno hace un ranking de las cinco mejores novelas que se han escrito en lengua española en el siglo XX, sin ninguna duda pondría a La vida breve. Es un libro extraordinario, que incluso hoy en día no ha sido apreciado como lo que es porque es una novela enormemente compleja, original, sutil, conmovedora en muchas páginas y al mismo tiempo una novela difícil de abarcar en su totalidad porque está llena de insinuaciones, resonancias misteriosas que probablemente ni siquiera el propio autor tuvo conciencia de ellas.

    Cuáles son las preguntas que surgen después de leer una gran novela?

    Cuando tú lees una obra extraordinaria —La vida breve, por ejemplo—, tú te preguntas: ¿cómo lo hizo? ¿Cómo fue capaz de hacer esto? ¿Cuál es el proceso? Porque tú dices: ¿son inteligentes? Sí, son inteligentes. ¿Había leído buena literatura? Sí, había leído buena literatura. Pero tú sumas todo eso y no da la obra maestra. La obra maestra siempre resulta de algo más que no aparece en la conversación ni en el conocimiento. Tiene unos elementos espontáneos que vienen de una dimensión más profunda de la personalidad. Y también es una alianza de factores, en la que incluso interviene el azar, que de pronto hace que una persona sea como el intermediario de algo que lo sobrepasa tremendamente. Es lo que le pasa a uno cuando lee La guerra y la paz, de Tolstói, o Los poseídos, de Dostoievsky, esos libros que te dejan tan desconcertado porque tú dices ¿cómo fue posible que esto resultara?

    En 1981 Borges fue jurado del Premio Cervantes. En la votación final, entre Octavio Paz y Onetti, votó por Paz. ¿Usted por quién hubiera votado y por qué?

    Qué difícil me la pones. No sé. Menos mal no estaba en ese jurado porque me habría visto en una situación bastante difícil y no sé que hubiera hecho: dos grandes escritores a los que admiro mucho y además estimaba mucho. En todo caso, la decisión que hubiera tomado me habría dejado siempre un cierto mal sabor en la boca.


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  19. Hola Pablo:

    Gracias por la entrevista.
    A ver si leo "La vida breve", que le tengo ganas desde hace tiempo.

    Saludos

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    1. Hola David: como siempre siguiendo tu excelente blog de literatura. Creo que habías escrito que para este año ibas a a leer la novela La vida breve de Onetti, ya empezaste??

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    2. Hola Pablo: saqué de la bibioteca en febrero un volumen de 1.000 páginas de las Obras Completas de Onetti. Leí las tres primeras novelas: El pozo, Tierra de nadie y Para esta noche. La siguiente novela era La vida breve. Justo estaba con este libro en medio de una mudanza y tras leer las tres novelas no me apeteció seguir con La vida breve, pero creo que la leeré antes de que acabe el año, de todos modos.
      A ver si publico la reseña donde comento esas tres primeras novelas de Onetti.
      Saludos

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  20. Hola David: como siempre siguiendo tu blog sobre literatura, para mi uno de los mejores en español. Creo que has comentado que uno de los libros que tienes pendiente para leer es la novela La Vida Breve de Juan Carlos Onetti. Si todavía no has empezado aquí te dejo una entrevista que le hizo la revista Arcadia a Mario Vargas Llosa en la que habla de algunos libros de Onetti entre ellos La vida breve.

    El titulo del articulo es un Autor en busca de otro.

    Hay tres cuentos de Onetti —“El infierno tan temido”, “Bienvenido, Bob”, “Un sueño realizado”— que usted califica como obras maestras. ¿Qué le llama más la atención del Onetti cuentista, y, sobre todo, de “El infierno tan temido”?

    La economía de palabras, la precisión. Creo que en estos cuentos mencionados alcanzó una maestría absoluta. “El infierno tan temido” es un cuento maravilloso, quizás el cuento más extraordinario que se ha escrito en español. Es un cuento de una complejidad, de una profundidad, que al mismo tiempo lo puedes leer como una historia detectivesca. Es un cuento que siempre te va inquietando porque descubres que detrás de esa historia un poco truculenta hay algo muchísimo más complejo. Yo creo que es una de las historias sobre la noción del mal más perfectas que he leído.

    La vida breve fue el gran salto de Onetti en su carrera literaria. ¿Cuál es la importancia de esta novela que apareció en 1950, casi diez años antes que las grandes novelas inaugurales del boom, y ha pasado más bien sin pena ni gloria?

    Desde un punto de vista cronológico, yo diría que es la primera novela moderna que se escribe en lengua española. Ni siquiera en España hay una novela comparable en 1950. Si uno hace un ranking de las cinco mejores novelas que se han escrito en lengua española en el siglo XX, sin ninguna duda pondría a La vida breve. Es un libro extraordinario, que incluso hoy en día no ha sido apreciado como lo que es porque es una novela enormemente compleja, original, sutil, conmovedora en muchas páginas y al mismo tiempo una novela difícil de abarcar en su totalidad porque está llena de insinuaciones, resonancias misteriosas que probablemente ni siquiera el propio autor tuvo conciencia de ellas.

    Cuáles son las preguntas que surgen después de leer una gran novela?

    Cuando tú lees una obra extraordinaria —La vida breve, por ejemplo—, tú te preguntas: ¿cómo lo hizo? ¿Cómo fue capaz de hacer esto? ¿Cuál es el proceso? Porque tú dices: ¿son inteligentes? Sí, son inteligentes. ¿Había leído buena literatura? Sí, había leído buena literatura. Pero tú sumas todo eso y no da la obra maestra. La obra maestra siempre resulta de algo más que no aparece en la conversación ni en el conocimiento. Tiene unos elementos espontáneos que vienen de una dimensión más profunda de la personalidad. Y también es una alianza de factores, en la que incluso interviene el azar, que de pronto hace que una persona sea como el intermediario de algo que lo sobrepasa tremendamente. Es lo que le pasa a uno cuando lee La guerra y la paz, de Tolstói, o Los poseídos, de Dostoievsky, esos libros que te dejan tan desconcertado porque tú dices ¿cómo fue posible que esto resultara?

    En 1981 Borges fue jurado del Premio Cervantes. En la votación final, entre Octavio Paz y Onetti, votó por Paz. ¿Usted por quién hubiera votado y por qué?

    Qué difícil me la pones. No sé. Menos mal no estaba en ese jurado porque me habría visto en una situación bastante difícil y no sé que hubiera hecho: dos grandes escritores a los que admiro mucho y además estimaba mucho. En todo caso, la decisión que hubiera tomado me habría dejado siempre un cierto mal sabor en la boca.

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  21. Hola David: como siempre siguiendo tu excelente blog sobre literatura. Quería saber si para este año vas a leer la novela La Vida Breve de Juan Carlos Onetti. Creo que has comentado que es un libro que tienes ganas de leer hace tiempo.
    Un saludo
    Pablo

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    1. Hola, he respondido a esto un poco más arriba. Saludos

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    2. Hola David: tienes razón ya habías puesto tu respuesta. Lo que sucede es que escribí en tu blog hace como 7 o 10 días, y no aparecía mi pregunta sobre Onetti, por eso volví a escribirla.
      Esperamos las reseñas de las novelas que ya leíste de Onetti.
      Saludos.

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    3. Hola Pablo:

      Disculpa la tardanza en contestar. He estado fuera unos 15 días, y me ocurre que antes los comentarios del blog me dejaban aviso en el mail y ahora ya no ocurre, no sé si es por algo de la nueva ley de protección de datos. El caso es que me cuesta estar pendiente de esto desde el móvil, cuando estoy fuera.

      Bueno, pues lo dicho, antes de fin de año habrá por aquí más reseñas de Onetti.
      Saludos
      David

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    4. Hola David:

      Te estaré enviando un articulo muy bueno que escribió Juan Jose Saer sobre la novela La vida breve de Onetti.
      Es un poco extenso así que te lo enviare en varios mensajes.

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    5. Saer lee “La vida breve”
      Rescate. Editada en 1950, la novela inaugural de la trilogía de Santa María fue aclamada por la crítica. Celebrando su medio siglo, Saer analizaba su maestría.

      Cuando, en noviembre de 1950, apareció la primera edición de la novela de Juan Carlos Onetti, hasta su propio editor, conciente de la originalidad extrema del libro, creyó necesario tranquilizar a sus posibles compradores en la presentación de la solapa: "No se tema que se trate de un experimento literario, como suele calificarse despectivamente a todo abandono de los moldes notorios. Es, pura y simplemente, una novela con todas las de ley: un relato fluido, coherente y ameno, que el lector ha de seguir con la misma intensa curiosidad, desde la primera hasta la última página". Aparentemente no los convenció, porque pasaron muchos años antes de que la pequeña edición se agotara y una nueva hiciese su aparición por las librerías, aunque no era raro encontrar la original de vez en cuando, quince años después de su publicación, en las mesas de saldos. Ahí, hacia mil novecientos cincuenta y cinco, la compraban, lo mismo que la edición de Los adioses hecha por Sur con su hermosa tapa amarilla, los pocos que conocían el nombre y la existencia del autor que, aunque casi nadie lo había leído, o tal vez por eso mismo, se había vuelto una leyenda.

      Es sabido que los primeros espectadores de los cuadros impresionistas pretendían que, a causa de todas esas pinceladas que se arremolinaban en la tela, del abandono de los contornos y de las supuestas extravagancias cromáticas, era imposible distinguir las figuras, lo que demuestra que es inútil tratar de convencer de la validez de una obra de arte a quienes han decidido de antemano no reconocerla. "Convencer es infecundo", dijo alguna vez Walter Benjamin, queriendo significar probablemente que los senderos del conocimiento son solitarios, y que no es la argumentación insistente de la pedagogía, del adoctrinamiento o de la propaganda, sino la convicción íntima que proviene de una insustituible experiencia estética, vívida y razonada, lo que permite aprehender la pertinencia de una obra de arte. Esa lenta certidumbre de personas aisladas converge hacia un mismo objeto, en el que al cabo de cierto tiempo muchos se reconocen, otorgándole, a través de ese reconocimiento, y por ninguna otra razón (sobre todo postulada a priori), un valor cultural, histórico y social. Al igual que casi todas las obras literarias que cuentan en el siglo XX, es por ese camino que, a cincuenta años de su discreta aparición, La vida breve se ha transformado en un texto clásico.

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    6. Una vez más, y el caso de Onetti lo requiere más que ningún otro, habría quizá que intentar la definición de ese concepto. Es desde luego necesario, si se quiere obtener algún resultado, descartar la insípida pretensión de que sólo son clásicas aquellas obras que aplican ciertas reglas tan intangibles como hipotéticas con las cuales sería posible fabricar artefactos de forma invariable, que por su misma inmutabilidad y su obediencia a una especie de ideal platónico serían automáticamente admitidos en el respetable club privado de las obras clásicas. Ningún análisis serio de la historia del arte podría contentarse con esa caricatura; es un proceso totalmente opuesto a lo que ella propende, lo que hace que un cuadro o un libro, una obra artística en general se transformen en clásicos. A decir verdad, es cuando la aparente arbitrariedad de los medios que emplea toda obra realmente original va imponiendo poco a poco a sus receptores su lógica y su necesidad que esa obra empieza a transformarse en un clásico, y llega a serlo enteramente a partir del momento en que, en contra o a favor, ningún juicio estético, crítico o histórico puede ignorar la legitimidad y la permanencia de sus aportes decisivos.
      No es a pesar sino gracias a sus notorias innovaciones, cuya pertinencia se ha hecho patente con la perspectiva de que disponemos casi ochenta años más tarde, que el Ulises de Joyce es un clásico. Es en este sentido también que debemos aplicar el término a la novela de Onetti.

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  22. Hola Pablo:

    Muchas gracias por dejar aquí este artículo que no conocía.
    Saludos

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  23. Hola David: quiero trasmitir en tu blog la alegría y orgullo que siento por el ultimo premio Cervantes 2018, que le dieron a la poeta uruguaya Ida Vitale a sus 95 años. La alegría viene porque yo también soy de Uruguay, este seria el segundo Cervantes para Uruguay el primero se lo dieron a Juan Carlos Onetti en 1980. Confieso que todavía no he leído nada de Ida Vitale, pero he leído excelentes criticas sobre su obra. Me gustaría David conocer tu opinión sobre esta poeta.


    Saludos

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    1. Hola Pablo:

      Pues conocía el nombre de Vitale y había leído algún poema suelto. Después del premio leí más poemas y me parece que está bien. Me gusta. Me apetece leer algo en un libro, creo que sus Obras completas no son muy extensas.

      Me alegró que se rompiera la alternancia ganador español-hispanoamericano en el premio Cervantes, porque hay muchos países hispanoamericanos y se merecen recibir más premios que una paridad 50% y 50% con España.

      Hace no mucho leí a una autora uruguaya: Fernanda Trías y su novela "La azotea", que ha abierto el catálogo de una nueva editorial española. Me gustó ese libro, está comentado en el blog.

      Saludos

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  24. Hola David: salió un nuevo libro de ensayos sobre Juan Carlos Onetti, esta vez del escritor argentino Ricardo Piglia.
    Antes de morir (en 2017), Ricardo Piglia preparó un libro que reproduce un seminario que dio en 1995, dedicado a las novelas cortas de Juan Carlos Onetti. Así, Teoría de la prosa (editado por la editorial argentina Eterna Cadencia) llegó a ser revisado por Piglia, y está integrado por una serie de nueve clases. Todo surgió en 2016, cuando el archivo del escritor llegó a la Universidad de Princeton: allí encontraron las grabaciones de este seminario y el autor de Respiración artificial encargó su transcripción, y dedicó sus últimos días a revisar el material.
    Según adelantó El País de Madrid, en la introducción aclara que analizará las relaciones del secreto y la narración, para luego rastrearlas en una selección de textos de Onetti y, finalmente, discutir esos problemas en función de la forma nouvelle. “Onetti es un escritor excepcional en relación a este problema, porque ha escrito textos extraordinarios en el género nouvelle, como Los adioses [1954] o Para una tumba sin nombre [1959]. Pero también porque permite discutir este tema de la duración de la historia en términos de lo que es el conjunto de su obra. Como ustedes saben, en una tradición iniciada por William Faulkner, Onetti retoma ciertos personajes y ciertas historias localizadas en un territorio imaginario; vuelve a contar algunos fragmentos en una suerte de saga que construye alrededor de la ciudad irreal de Santa María, y por lo tanto trabaja todas las distancias narrativas”, plantea, convencido de que, hacia el final, al introducir a Brausen (el fundador) en obras como Dejemos hablar al viento (1980) o Cuando ya no importe (1993), Onetti incendia y destruye ese mundo posible.

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    1. Hola Pablo:

      Gracias por hablarme de este libro. Me suena que había leído ya algo sobre él. Creo que en España lo va a sacar Anagrama. Cuando así sea me haré con él, claro.
      Y seguro que en 2019 leo "La vida breve". Esto de no hacerlo empieza a ser imperdonable.

      Saludos

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    2. Hola David: quiero aprovechar tu blog para compartir el orgullo y la alegría que siento por mi compatriota de Uruguay la poeta Ida Vitale que a sus 95 años recibió este 23 de abril el Premio Cervantes de literatura por toda su obra poética, el máximo galardón literario en lengua española.

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    3. Hola Pablo:

      De Ida Vitale he leído poemas sueltos y me gusta. A ver si leo las obras completas.

      Por cierto, la semana pasada leí dos libros de un autor uruguayo, Daniel Mella. Leí su libro de cuentos "Lava" y su novela "El hermano mayor" y me han parecido muy buenos. Si no ha leído estos libros se los recomiendo. Ya sacaré aquí su reseña en unas semanas.

      Saludos

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  25. Hola David:

    Otro gran escritor esta vez Ricardo Piglia consagra a Onetti como uno de los grandes autores del siglo XX, en su ultimo libro que escribió Teoría de la prosa ensayo sobre las novelas breves de Onetti. Aquí te dejo un breve pasaje:
    "El proyecto narrativo de Onetti es uno de los más complejos y más elaborados de la literatura no solo latinoamericana, sino también de cualquier lengua. Va a ser difícil que encuentren a alguien que haya construido un universo narrativo tan amplio, con tantos registros y tan consistente", decía Piglia a sus alumnos en Princeton.

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    1. Hola Pablo:

      Este libro de Piglia del que me hablas lo tengo en casa. Lo compré hace unos meses en la última Feria del Libro de Madrid. Aún no lo he leído. Se me acumula el trabajo.
      Tiene muy buena pinta.
      Saludos

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  26. Hola David:

    Aquí te dejo un fragmento de la ultima parte del libro que Mario Vargas Llosa dedico a Onetti, El viaje a la ficción.

    Suma y resta

    Nacido en 1909 y fallecido ochenta y cinco
    años más tarde, en 1994, la vida de Juan Carlos Onetti abarca casi todo el siglo XX, un periodo de cataclismos sociales y políticos sin precedentes, y de grandes escritores el siglo de Joyce, de Kafka, de Proust, de Faulkner, de Thomas Mann, de Borges, entre los que merece figurar con una obra singular y difícil, representativa de su tiempo e inconcebible fuera del entorno en que se gestó.
    Lo que hay en el mundo de Onetti de amargo y pesimista, de frustración y sufrimiento, cambia de valencia cuando, seducidos por la sutileza y astucia de su prosa, entramos en su mundo, lo vivimos, gozando con lo que en él sucede aunque al mismo tiempo suframos y nos desgarremos con el espectáculo de las miserias humanas que él exhibe. Ése es el misterio de la obra literaria y artística lograda: deleitar sufriendo, seducir y encantar mientras nos sumerge en el mal y el horror. Pero esa paradójica metamorfosis es privilegio de los genuinos creadores cuyas obras consiguen trascender el tiempo y circunstancia en que nacieron.
    Onetti era uno de ellos.

    Lima, abril de 2008

    Para este 2020 esperamos tus comentarios y reseña sobre la novela La Vida Breve, una de las grandes creaciones literarias del siglo xx en lengua española.

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    1. Hola Pablo:

      Sí, a ver si este año leo "Las vida breve" de Onetti. Ojalá se cumpliera mi idea de que se publique una edición conmemorativa en Alfaguara.

      Saludos

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  27. A continuación te pongo los comentarios que hacen grandes escritores sobre la obra de Juan Carlos Onetti.

    David Perez Vega: Después de casi tres años escribiendo sobre libros en este blog, ya era hora de que hablara del que considero uno de los más grandes escritores en español del siglo XX: Bienvenido, Onetti.
    Ricardo Menéndez Salmón: en su listado de grandes admirados también ocupa un lugar primordial Juan Carlos Onetti, "un escritor de escritores. Para mí, el gran narrador en lengua española del siglo".
    Luis Mateo Diez: Onetti "es un escritor crucial, un francotirador de la lengua. Figura, junto con algún otro escritor, en la cima de la literatura del siglo XX".
    Mario Vargas Llosa, ha hecho un libro en el que reivindica a Onetti como el gran autor de ficción en español del siglo XX.
    Julio Cortázar: es el mas grande novelista latinoamericano.
    Octavio Paz: es uno de los grandes escritores de nuestra lengua.
    Mario Vargas Llosa: es uno de los grandes escritores modernos, su literatura esta a la altura de los grandes narradores del siglo XX.
    Juan Rulfo: es un escritor fundamental.
    Caballero Bonald: es el mejor escritor de la lengua española de los últimos 50 años.
    Muñoz Molina: para mi es el mejor de todos, fue un genio.
    Ernesto Sábato: Onetti es universal.
    Carlos Fuentes: es un grandísimo escritor
    Ignacio Echevarría: su obra con el tiempo será mas vigente que la de Borges.

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