domingo, 6 de marzo de 2011

Los suicidas, por Antonio Di Benedetto

Editorial Adriana Hidalgo. 196 páginas. 1ª edición de 1969, ésta de 1999.

Si en El silenciero nos encontrábamos con un narrador obsesionado por el ruido, en esta novela de Di Benedetto, Los suicidas -que según Juan José Saer cerraría una especie de trilogía, comenzada con Zama y seguida por El silenciero, en función de su unidad estilística y temática-, nos hallamos ante un narrador obsesionado con la muerte, en su variante del suicidio.

“Mi padre se quitó la vida un viernes por la tarde.
Tenía 33 años.
El cuarto viernes del mes próximo yo tendré la misma edad”.
Con estas tres frases breves y contundentes arranca la novela. Palabras a las que llegamos tras pasar la página en la que está situada una cita de Albert Camus: “Todos los hombres sanos han pensado en su suicidio alguna vez”.

El narrador trabaja como reportero en una agencia de noticias y recibe de su jefe el encargo de investigar las causas que han llevado a dos suicidas a tomar esta decisión.
Los suicidas está compuesta, hasta cierto punto, como una novela policiaca. Existe la investigación de unas muertes, aunque los asesinos son claros, desconocemos los motivos; el personaje se muestra esquivo, solitario, apartado de los otros; y además se va relacionando con varias mujeres, siempre desde un punto de vista cínico y desapegado. Y, siguiendo las pautas de la novela negra, los misterios, lejos de desentrañarse, nos conducirán a otros mayores, hablándonos por el camino de las contradicciones o zonas oscuras de una sociedad (posiblemente la bonaerense de la década del 60 del siglo XX) y de los rincones turbias del propio personaje, obsesionado con el suicidio del padre y la posibilidad de que esta “enfermedad” sea hereditaria. El abuelo del narrador, como se nos cuenta en la página 45, llevó a decirle en el pasado, cuando era un niño: “Doce, doce suicidas hubo ya entre los nuestros”, “con mi padre, que todavía no entraba en la cuenta de mi abuelo, los suicidas suman 13”.

Si Di Benedetto nos hablaba en Zama de “El horror. El horror del absurdo que nos atrapa”, en El silenciero apuntaba: “¿cómo pueden ignorar lo esencial, que el error se halla incorporado a la raíz del hombre?”, en Los suicidas nos dice: “la cuestión no es por qué me mataré, sino por qué no matarme” (página 52), completando una visión negativa, o existencialista -muy al gusto de la época en que fueron escritas-, del hombre.

En El silenciero el protagonista deseaba aislarse del exterior mediante la escritura de una novela, tarea siempre imposible, y, paralelamente, en Los suicidas el narrador se refugia de la realidad en el cine, “Me voy al mundo sobrenatural del cine” (pág. 99), como si los personajes de Di Benedetto siempre tuvieran que encontrar cobijo frente a las amenazas externas.

La novela avanza, claustrofóbica, en medio de llamadas para investigar nuevos casos de suicidio; entre notas sobre el distinto punto de vista de las religiones, palabras de filósofos sobre el tema; mientras la idea del suicidio va haciendo mella en el protagonista según se acerca a la fecha en la que su edad igualará a la del día de la muerte de su padre, el suicida.

“Yo opino que el tema de la muerte es un tema prohibido”, le dice el narrador a su jefe en la página 131 cuando éste le avisa de que seguramente no encuentren compradores para el reportaje que están llevando a cabo.

Me ha parecido valiente esta narración de Di Benedetto en torno a un tema tabú, con un trasfondo muy existencialista.

Una vez terminada la trilogía formada por Zama, El silenciero, y Los suicidas, opino que Zama es la mejor novela de las tres, pero que, como dice Juan José Saer, el conjunto es realmente notable y el rescate llevado a cabo en Argentina por Adriana Hidalgo editora muy pertinente.
Estos libros pueden encontrarse en España, ya que Adriana Hidalgo tiene distribución aquí. La pena es que no llegan a ser reseñados en los suplementos culturales y puede pasar desapercibido el rescate de una obra de gran calidad, que ya fue lanzada en los 70 en España por Alfaguara.

7 comentarios:

  1. A Saer no lo leí aún. ¿Tus libros se consiguen en Argentina? me interesa leerlos.

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  2. Estimada Cdlv:

    Al principio no entendía la pregunta, creía que había un error con el "tus libros" por "sus" en relación a los de Saer.
    Pero entiendo que te refieres a "los míos". En realidad, a día de hoy, sólo tengo publicada una novela (la que aparece en el blog, a la derecha, "Acantilados de Howth"). Esta novela está editada por Baile del Sol, que es una editorial pequeña de las islas Canarias. Sí te digo la verdad no es que no llegue a Argentina, es que no ha llegado a Madrid, la ciudad en la que vivo. He visto en librerías el número anterior y posterior de la colección de narrativa de Baile del sol, pero no el mío. Creo que los libreros eligen entre los libros que propone el distribuidor, y debe ser que la portada de mi libro no es prometedora en relación a la de otros libros de la editorial.

    Así que creo que no se puede conseguir ni en Argentina (ni en España casi). Pero tranquila, que si no has leído a Saer, creo que es mucho más recomendable leerle a él que a mí; con honestidad: siento pudor al compararme con lo que han llegado a hacer escritores como él. En breve volveré a leerlo, así que a ver si te animas, y lo comentamos por aquí.
    De todos modos muchas gracias por el interés, y espero que algún día escriba algo que esté a la altura de lo que suelo comentar por aquí.

    un abrazo
    David

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  3. Hola David, compartimos tus comentarios sobre Di Benedetto, llegamos a él a través de Saer(El concepto de ficción). Altamente recomedable son sus cuentos completos y El pentágono,una novela a mi parecer bastante experimental ya que fue escrita en 1945.

    Abrazo

    Nico y Ana

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  4. Un saludo,

    hasta donde tengo entendido, El Aleph editará los tres títulos de Di Benedetto como trilogía. Trilogía de la espera, creo que se titulará.

    No le vendría mal una edición española o al menos una co-edición a los Cuentos completos, libro que reserva algunas sorpresas narrativas inolvidables. Totalmente recomendado.

    En cuanto a la recepción, es una pena. Aquí en Colombia la distribución de los libros de AH mejora con el tiempo,aunque muy lentamente.

    Ahora mismo leo a Leónidas Lamborghini, de quien han editado cuatro títulos, y me tiene bastante sorprendido. Trento y Odiseo confinado están muy bien.

    Muy buen trío de reseñas.

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  5. Hola Alberto:
    Gracias por tu comentario sobre estas reseñas.

    AH se puede encontrar en Madrid, pero más que nada en sitios especializados en narrativa hispanoamericana. Así que no llega al "gran público".

    Vi en AH libros de dos Lamborghini, uno narrador y el otro poeta. ¿De los que hablan son narrativa o poesía?

    saludos

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  6. Un saludo,

    sólo Trento podría definirse como narrativa. Es un libro rarísimo, ya que Lamorghini mezcla y cruza géneros y registros con una facilidad pasmosa. De una página a la otra pasa del diálogo dramático a entradas de un diario o a poemas.

    Odiseo confinado es un poema largo, carroña última forma, El jardín de los poetas y El jugador, el juego son poesía. Los tres muy raros, realmente.

    A lo mejor te interese ésto (en algún número aparecen cosas de Lamborghini): http://www.bc.edu/research/xul/xul_05/xul_05_tapa.htm

    Saludos desde Colombia.

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  7. Hola:
    En "Entre paréntesis", Bolaño habla de un libro de Osvaldo Lamborghini que le produce verdadero terror, y sólo puede leer de él alguna página cuando se siente con muchas fuerzas.El libro es Tadeys, me gustaría leerlo.

    Me paso por la página que dices. Gracias por la referencia.

    saludos

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